Sin embargo, el paso del Tarajal estuvo despejado y tampoco se registraron retenciones en su acceso.
Los colapsos que ralentizan la circulación en la N-352 en la entrada al país vecino volvieron a producirse ayer pero en el lado opuesto, es decir, en la parte marroquí de la frontera, como pudo comprobar este periódico. Los carriles para entrar en Ceuta soportaron retenciones que llegaron más allá del Hotel Ibis, en el municipio vecino de Castillejos.
Según pudo conocer este periódico, las colas se formaron por la afluencia de turistas marroquíes que acudieron a la ciudad autónoma para realizar compras y, por otro lado, por los controles de las fuerzas de seguridad alauíes que se han intensificado después de los atentados en Bruselas.
Asimismo, visitantes ceutíes y foráneos que disfrutaron de parte de la Semana Santa en Marruecos también cruzaron ayer el paso fronterizo para acceder a la ciudad quedándose atrapados en estas largas esperas.