La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) comienza su balance de 2015 acusando a la Unión Europea de haberse “cruzado de brazos” frente a la crisis humanitaria de los refugiados.
En opinión de esta ONG, “los países europeos no han estado a la altura de esta situación”. Y en relación a España, empieza destacando “el tirón de orejas” que recibió nuestro país del comisario de Derechos Humanos tras visitar Ceuta y Melilla y reunirse con diferentes asociaciones. CEAR señala que en el informe de su viaje, el comisario “denunció la práctica de las devoluciones ilegales, el uso excesivo de la fuerza, la arbitrariedad en los traslados a la península, así como la imposibilidad de las personas subsaharianas de acceder a las oficinas de asilo”.
Por otra parte, sobre la investigación de las muertes que tuvieron lugar en nuestra ciudad el 6 de febrero de 2014 durante el intento de entrada que se registró ese día, CEAR critica la “lentitud e ineficacia” de la justicia para esclarecer esos hechos. En su informe señala que, junto con Amnistía Internacional, puso de manifesto “las lagunas en la investigación” de esos sucesos, en los que perdieron la vida 15 subsaharianos. Y recuerda que meses después de empezar a investigar los hechos, el juzgado acordó su archivo provisional, una medida ante la que CEAR ha presentado un recurso de apelación.
La ONG también critica, en relación las denominada ‘devoluciones en caliente’, el “intento de legalizar lo ilegal”. En su opinión, “esta medida impide el accedo al derecho de asilo al justificar la devolución inmediata sin acceso al procedimiento y a las garantías debidas”. CEAR subraya que esta forma de actuar de las autoridades españolas ha sido denunciada por el Consejo de Europa y numerosas organizaciones. Sin embargo, señala, el Congreso de los Diputados aprobó una enmienda dentro de la Ley de Seguridad Ciudadana “que pretende dar cobertura legal a las devoluciones ilegales”. Y afirma que éstas “se llevan produciendo desde hace años en Ceuta y Melilla”.
Vallas en el este de Europa
CEAR critica la construcción en el este de Europa de vallas similares a las de Ceuta y Melilla con motivo de la llegada a la UE de miles de refugiados procedentes de Siria en su mayor parte. Denuncia que “mientras la construcción y reforzamiento de vallas en Europa no deja de crecer, países como Austria, Alemania y Croacia mantienen cerradas sus fronteras durante semanas con el claro objetivo de impedir el paso de los refugiados”.
La ONG ha contabilizado la llegada a Europa de un millón de inmigrantes por mar a lo largo de 2015. Subraya que “la cifra más desoladora es que cerca de 3.700 perdieron la vida en el intento”. Y añade que “a pesar de esto, los dirigentes europeos siguen sin tomar medidas para evitarlo. Europa sigue mirando hacia otro lado”. En este sentido, afirma que el Mediterráneo ha acabado por convertirse en una “fosa común”. Recuerda el caso de las 400 personas que en abril perdieron la vida en un naufragio al poco de partir desde Libia y califica esos hechos como “la peor tragedia reciente en el Mediterráneo”. Días más tarde, en un suceso similar frente a la isla italiana de Lampedusa la cifra ascendió a 700 fallecidos. “A pesar de las palabras de conmoción de los líderes europeos ante lo sucedido, no se han puesto las medidas necesarias para que el Mediterráneo deje de ser la ruta más mortal del mundo”, critica CEAR, que exige que se adopten medidas que pongan fin definitivamente a este drama.