Componentes del Grupo de Especialistas de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) coordinaron en la madrugada de ayer el rescate de seis varones subsaharianos y una mujer, en avanzado estado de gestación.
La intervención de los GEAS fue necesaria debido a la imposibilidad tanto de la Salvamar Atria como de la patrullera del Servicio Marítimo de adentrarse en la zona rocosa a donde había llegado la balsa que ocupaban los inmigrantes, en la zona de Calamocarro. El auxilio debía ser inmediato para evitar lo que podía haber sido una auténtica tragedia debido al pánico que empezaba a adueñarse de los inmigrantes, la falta de visibilidad (eran las 6.40 horas y además había mucha niebla) y lo endeble de la embarcación (una balsa playera en la que, a lo sumo, pueden viajar 4 personas).
Los GEAS ayudaron a que todos los subsaharianos pudieran salir sin problemas de la zona rocosa en la que se encontraban, evitando que la balsa terminara hundiéndose. Los subsaharianos fueron trasladados a puerto deportivo en una embarcación de la Benemérita, siendo asistidos por el ERIE de Cruz Roja hasta su puesta a disposición de la Policía Nacional.
Tras su reconocimiento se comprobó que todos eran, o decían ser, de Camerún. En los últimos rescates los subsaharianos están manifestando nacionalidades distintas a la ya tradicional de Guinea Conakry y se ha dado ya un caso de mezcla de procedencias, algo que hasta el momento no se estaba produciendo, por ejemplo entre africanos y asiáticos. Según confirmó el Instituto Armado, la balsa había sido detectada desde su salida de aguas marroquíes, procediéndose a su intervención en el momento en que se encontró en aguas españolas y tras recibirse aviso en el centro de Salvamento de Tarifa Tráfico. Esta expedición coincidió con la salida de otros 9 subsaharianos que fueron rescatados por la Salvamar Alkaid y se les trasladó hasta el puerto de Tarifa.
En los últimos días se ha detectado una mayor salida de embarcaciones tipo toy cargadas de subsaharianos que vienen a protagonizar travesías marcadas por el riesgo. De hecho el pasado sábado tanto unidades marítimas españolas como marroquíes intervinieron en rescates de embarcaciones; una jornada que es fiel reflejo de lo que está pasando en días previos. Se cuentan los que son rescatados pero no los que pierden sus vidas sin que nunca se sepa de ellos.
De hecho todavía Salvamento Marítimo no ha dado con el inmigrante cuyo cuerpo fue avistado por la tripulación de un velero a 6 millas de Punta Almina. En la zona se hallaron remos, restos de una embarcación y el único cuerpo de un varón, sin identificar, que según los datos de la autopsia que se le practicó había fallecido ese mismo día de hipotermia.
Estas tragedias son las que pueden contarse tan solo si se producen hallazgos en un Estrecho convertido ya en una autopista única y peligrosa. Demasiado ante un panorama incierto.