Este año, al igual que está sucediendo a nivel nacional, el documento presupuestario que prepara la Ciudad Autónoma navega a más velocidad de lo que es normal en estas fechas an anteriores ejercicios.
Lo cierto, es que como reconoce la consejera Román los grandes números ya están establecidos y ahora son los respectivos consejeros quienes deben establecer sus prioridades numéricas a partir de los techos de gasto con los que cuenta. Tengamos en cuenta que además se introduce una novedad en la tramitación que ya fue comentada por el mismo presidente Vivas cuando realizó su discurso de investidura ante el pleno de la Asamblea. Se trata de que los partidos de la oposición tengan un conocimiento más exhaustivo del contenido de las cuentas públicas, a partir de que cada uno de los consejeros tendrá la obligación de reunir a la comisión informativa que le corresponde para dar las explicaciones generales del contenido. Ello permitirá, por un lado, que cada integrante del equipo de gobierno se implique más en la defensa de esos contenidos y por otro, que los grupos de la oposición conozcan más al detalle cada una de las partidas y puedan interesarse por las razones de inclusión, aparte de la propia discusión política que se produce en la Comisión Especial de Cuentas antes de llegar a la primera de las dos sesiones plenarias que son obligatorias para aprobar el documento presupuestario. Una medida que entendemos resulta positivo para que el presupuesto de la Ciudad Autónoma resulte más participativo a la hora de su elaboración, aunque de todas maneras, siempre se escucharán voces contrarias, pero lo que se puede olvidar que el documento al final debe reflejar el pensamiento político del partido que gobierna, en este caso, el mismo Partido Popular. Lo demás sería ir contra la propia naturaleza democrática salida de las elecciones.