Hacia falta que la Policía Local volviera a disponer de un servicio exclusivamente para velar por el cumplimiento de las ordenanzas municipales relativas a cuestiones medioambientales. Esa unidad se ha recuperado después de más de una década, aunque lo cierto es que se trata de un servicio que nunca debió haber desaparecido. Ahora dos agentes, por turnos, estarán las 24 horas vigilando cuestiones que, aunque parezcan nimias, no lo son en absoluto.
Y es que a los ceutíes nos sigue faltando mucha conciencia cívica. Miramos por lo nuestro, pero no tanto por lo que es de todos. No somos tan limpios como nos creemos, ni tan pulcros ni tan civilizados como pensamos. Así se evidencia cuando sacamos la basura fuera de hora, cuando arrojamos escombros en cualquier vaguada o cuando no recogemos los excrementos de las mascotas de la calle. Y estos tres supuestos son básicamente los cometidos que tendrán los policías asignados a esta recuperada Patrulla Ecológica, que no nace con vocación de sancionar, pero sí de llamar la atención al ciudadano infractor y sobre todo buscar conciencia de que el bien común es de todos y que si queremos presumir, algo que hoy por hoy no podemos hacer, de tener una ciudad cuyos servicios estén equiparados, en cuanto a su mantenimiento, a los del resto de España- Y eso solo puede lograrse si entre todos contribuimos.