Los empadronamientos como tapadera para recibir ayudas de todo tipo sin cumplir los requisitos. Esa ha sido la tabla de salvación a la que, durante años, se han aferrado cientos de ciudadanos. Se aprovechaban de la falta de control de la Administración hasta el punto de engordar la lista del Padrón a unos niveles tan exagerados que terminó por romperse la cuerda.
La Jefatura Superior de Policía informaba ayer del resultado de los controles llevados a cabo desde octubre de 2013. Controles a modo de filtros que cuentan con el apoyo de la Policía Local y que fueron ordenados por la comisión antifraude.
En ese periodo, el CNP ha detectado a 183 personas que figuraban empadronadas de manera irregular y que recibían prestaciones sociales sin tener derecho. Tal y como ha expuesto la Jefatura en una nota balance de actuaciones, las investigaciones realizadas por la Brigada de Extranjería y Fronteras en el marco de la denominada Operación Residente han dado estos resultados, cumpliéndose así el objetivo marcado que no era otro que el de la comprobación y detección de ciudadanos extranjeros con permisos de residencia que se empadronan en Ceuta para beneficiarse de las diferentes ayudas económicas y sociales que dan las distintas administraciones. Realmente esas personas residen fuera del territorio nacional.
La Policía Nacional, que ha contado con el apoyo de la Local, ha trasladado ya al SEPE las identidades de esas 183 personas para que sea el Servicio Publico de Empleo Estatal el que compruebe las ayudas que están percibiendo de forma indebida para darlas de baja.
Las investigaciones buscan cotejar los datos de quienes percibiendo este tipo de ayudas residen en Marruecos pero cruzan a Ceuta los días punta en los que deben presentarse en el SEPE o tienen que realizar alguna gestión o cobrar. La Policía controla las entradas y salidas de estos perfiles concretos, pudiendo confirmar así que la única vinculación que tienen con la ciudad es la que les aporta el cobro. Nada más.
Los fraudes descubiertos, tras una labor que se endureció con motivo de la crisis al comprobarse la picaresca que se estaba produciendo poniendo incluso en riesgo la viabilidad de los recursos sociales, han permitido dar con aquellos que sin residir en Ceuta aportan como domicilio cualquier piso de edificaciones patera, por ejemplo.