Los conflictos bélicos y la inestabilidad en los países inciden directamente en los movimientos de las personas y en la inmigración que llega a las fronteras de Ceuta o de Melilla. A las entradas de subsaharianos, sirios o paquistaníes se añaden, ahora, los intentos protagonizados por iraquíes.
En la mañana de ayer, agentes marroquíes destinados en el paso fronterizo del Tarajal rechazaron la entrada en Ceuta de un adulto, de origen iraquí. Según la información facilitada a este medio, el inmigrante intentó cruzar la frontera mostrando su documentación, pero fue rechazado antes de cruzar el lado español.
No es el primer caso que se produce porque ya se han detectado intentos de pase de súbditos de este país. En Marruecos no encuentran acogida, como les sucede también a los ciudadanos sirios cuya regularización en el vecino país es escasa. Una historia que también se repite en Europa, en donde sólo se ha acogido al 4% de los refugiados sirios que ha recibido hasta la fecha.