La frontera del Tarajal es, por excelencia, la vía más factible para que España pueda entregar a Marruecos a los inmigrantes detenidos en la península a los que se les aplica orden de expulsión.
Las gestiones diplomáticas en el paso que separa Ceuta de Marruecos resultan más exitosas que las que pueden llevarse a cabo en cualquiera de los puntos fronterizos que comparte Melilla con el país vecino. Tal es así, que durante el año pasado la Policía expulsó a Marruecos vía Tarajal 1.807 inmigrantes trasladados desde Algeciras en barco. Por contra, a través de la vía de Melilla solo se llevaron a cabo 210 expulsiones.
Un diferencial que viene a ratificar la mejor y mayor operatividad que, a nivel policial, se da en esta frontera y que termina por absorber la práctica totalidad del trabajo que en materia de expulsiones de inmigrantes se lleva a cabo.
En el informe presentado esta misma semana por la Defensora del Pueblo se ha aprobado la forma en que se han llevado a cabo estas actuaciones policiales. En los traslados de inmigrantes para su expulsión se debe cumplir directrices aprobadas hace años como que los inmigrantes viajen en módulos bajo vigilancia policial y nunca en las bodegas de los ferrys dentro de los vehículos policiales.
Esta norma que de forma habitual se cumple tanto en las expulsiones como en los traslados de inmigrantes desde Ceuta a la península se ha visto alterada en alguna que otra ocasión, lo que ha motivado quejas de las oenegés que han enmendado la labor policial.