Una cerilla, una bombilla, un sacacorchos, una pieza de construcción Lego o las españolísimas aportaciones del botijo, la fregona, la aceitera o el abanico.
Así, hasta 21inventos que se colaron en algún momento en nuestra vidas y a los que, pese a facilitarnos la existencia, les hemos robado el protagonismo. La Obra Social La Caixa se ha propuesto rescatarlos del olvido y concederles el mérito que merecen transformándolos en el eje sobre el que gira Héroes ocultos. Inventos geniales. Objetos cotidianos, la exposición que abrió ayer sus puertas en la Biblioteca Pública y que podrá visitarse hasta el próximo 11 de mayo.
La muestra, perfilada por Vitra Design Museum y definida por la organización como “un fascinante recorrido por algunos de los utensilios que usamos en nuestro día a día y que se han revelado como imprescindibles”, fue presentada por la viceconsejera de Educación, Cultura y Mujer, Rocío Salcedo; el director territorial de la entidad financiera en Andalucía Occidental, Rafael Herrador, y el diseñador y asesor de la exposición Guillem Ferrán. En los próximos días estará abierta al público en general, pero en especial a los estudiantes, para los que la Biblioteca Pública ha reservado de momento 65 visitas tras del paréntesis festivo de Semana Santa.
A través de expositores en los que se entremezclan explicaciones, objetos y recursos multimedia, la exposición trata de buscar respuesta a la incógnita de cómo ingenios fabricados por millones a lo largo del planeta se han convertido en aportaciones indispensable para nuestra existencia. Ferrán ponía como ejemplo la fregona, invento del español Manuel Jalón tras un viaje a EEUU, donde descubrió que en la que por entonces estaba llamada a ser la primera potencia mundial utilizaban trapos atados a palos para evitar agacharse. “Nos facilita la vida y sin embargo solemos esconderla cuando hay visitas”, ironizaba ayer. O la bombilla, nacida de la obsesión de Edison, que sometió los primeros prototipos hasta a 500 experimentos hasta dar con ella. “¿Qué habría ocurrido si hubiese parado en el intento 499?”, se preguntaba el diseñador.
Por parte de la Ciudad, Salcedo agradeció la “labor fundamental” que La Caixa desempeña en Ceuta en el ámbito cultural –ésta será su decimoquinta muestra a este lado del Estrecho– pero también en la aportación de su Obra Social. Aún queda camino por recorrer en ese vínculo que arrancó en 1997 y que se materializa en cuatro oficinas. El director territorial, Rafael Herrador, celebró “la colaboración de la Ciudad en la presencia de la entidad en Ceuta”, donde aseguró que se han granjeado “la confianza de los clientes”. Y quedan proyectos por acometer que, según deslizó durante la presentación de la muestra, definirá a corto plazo con el propio presidente, Juan Vivas. “Nuestro compromiso con Ceuta es patente”, subrayó.