Una reunión de algo más de media hora sirvió para que la Ciudad y las organizaciones empresariales enterrasen ayer la vía del desencuentro que ambas partes habían ensanchado desde el pasado jueves, cuando en una rueda de prensa convocada por el presidente de la CECE, Rafael Montero Ávalos,
éste tachó de “abusivo” y de “auténtica burrada” el incremento en la Tasa de Residuos Sólidos Urbanos aprobado por la Administración local.
Sentados en torno a la misma mesa, el propio Montero y su secretario general Alejandro Martínez, en nombre de la Confederación de Empresarios de Ceuta, y Karim Bulaix, en representación de la Cámara de Comercio, acercaron posiciones con el consejero de Hacienda, Economía y Recursos Humanos, Emilio Carreira, hasta el punto de que tras el encuentro todos los interlocutores coincidieron en que el escenario ahora regresa al punto de partida, el del acuerdo de finales del pasado año en el que la Ciudad se comprometía a estudiar y aceptar las alegaciones presentadas.
“Les he comunicado a los representantes de los empresarios que el Gobierno no tiene intención alguna de modificar, en absoluto, su pretensión de aceptar las alegaciones presentadas. Ya lo habíamos hablado, discutido, estábamos de acuerdo”, reconoció Carreira antes de añadir que “el formalismo de presentar esas alegaciones era el vehículo que permitía la modificación de la aprobación inicial”. Con el acuerdo cerrado, la actualización de las tasas pasará ahora por comisión informativa y será definitivamente aprobada en el pleno de mayo, incluyendo “exactamente las condiciones presentadas por los alegantes”.
El clima de cordialidad que presidió la reunión llegó a tal extremo que el consejero recomendó “no mirar atrás, porque no sirve de nada” e incluso a “pedir disculpas sin ningún problema” en el caso de haber provocado “cualquier malentendido con alguna actitud involuntaria del Gobierno”, ya que “no ha habido interés de generar polémica ni de cambiar un acuerdo ya tomado”.
El presidente de los empresarios ceutíes, Rafael Montero Ávalos, agradeció al consejero haber podido cerrar un acuerdo “con la claridad que solemos hacerlo”, pasando de “reprocharnos cosas públicamente” a “ sentarnos a una mesa y buscar el bien de la clase empresarial ceutí”. ¿Por qué entonces el distanciamiento y los reproches de la pasada semana? “Entiendo que se ha llegado al acuerdo que ya teníamos entonces, pero quizás ha habido problemas en los plazos y también ha concurrido la enfermedad del consejero, por eso se había aplazado. Ante las dudas de qué es lo que iba a pasar, cuándo se iba a llevar a cabo y qué iba a ocurrir, dimos el paso de salir a luz pública a reivindicar algo que entendíamos que el Gobierno había aceptado, pero de lo que no teníamos documento que asegurara ese fin”, explicaba Montero con el acuerdo ya bajo el brazo.
Las terrazas, también por acuerdo
Foco también de tensión durante los últimos meses entre empresarios y Ciudad, la tasa que gravará la instalación de terrazas en la vía pública por parte del sector hostelero quedó excluida de la reunión de ayer. No obstante, el objetivo de la consejería que dirige Carreira y de los empresarios es que su revisión definitiva “se presente también con un acuerdo” de todas las partes implicadas. “Entendemos que el ánimo del consejero, y así lo ha transmitido, es intentar corregir esos impuestos, esas subidas que hemos ido teniendo”, aseguraba ayer Montero. “Será con consenso”, coincidió Carreira, quien asumió la necesidad de proteger a los sectores que crean riqueza en la ciudad, porque “si estuviéramos en época pujante habría que redistribuir la riqueza, pero en estos momentos la poca que se crea es necesario preservarla y protegerla”.
Y eso es un santo y seña de un gobierno como el nuestro. Si añadimos gestiones para mejorar que ya hay mucho cmaino andando... fiscalidad.