El delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez, asegura que no se arrepiente en absoluto de haber participado en la decisión de la destrucción de la escalera que permitía el acceso a Príncipe Felipe o la bajada al Tarajal, “porque aquí la gente tiene que priorizar y se debe aprender que se deben tomar decisiones gusten o no gusten en función de las necesidades. Para mí, por encima de los propios porteadores estaba la seguridad de los niños del colegio público ‘Príncipe Felipe”.
Manifiesta que se debía evitar el que continuara el trasiego de porteadores en horas de entrada y salida de los niños y que se pudiera ocasionar algún accidente grave “en la población más débil en este caso, que eran los niños de este centro escolar".
Desde su punto de vista no quedaba más remedio que cerrar el flujo de porteadores y que se continuara realizando por la escalera y repite que no se arrepiente en absoluto, a pesar de que ha sido muy criticado por ello a lo largo de estas últimas semanas.
Reivindicaciones
De todas maneras, alega que de manera independiente a las reivindicaciones de los vecinos de Príncipe Felipe “se está habilitando una salida unos metros más allá, no sé si son setenta u ochenta y está más cerca de la curva de acceso en automóvil a la barriada”.
Afirmó que ya existe el permiso por parte de Carreteras que es la competente en la Nacional-352 y que se están reuniendo los técnicos de la Ciudad Autónoma con los técnicos de Carreteras, “porque aquí no podemos olvidar que todo está planificado. Quienes más han criticado estas actitudes parecen no acordarse de que cuando en el próximo mes de enero entre en funcionamiento el nuevo paso de entrada y salida de porteadores, es decir, el ‘Tarajal II’, quienes vengan del país vecino entrarán y saldrán por el mismo polígono del Tarajal, a través de un paso mucho más amplio que el del Biutz y será de manera interna, una vez que hayan efectuado sus compras diarias. No tendrán necesidad de pasar por esa zona del colegio siempre que se respeten los horarios de cierre por parte de las autoridades marroquíes”.