Abdul Rahman Sheikh, de 23 años, era huérfano de padre y mantenía a su madre y hermanos pasando mercancía del Tarajal.
El porteador Abdul Rahman Sheikh de 23 años, que se roció este miércoles con líquido inflamable y se quemó a lo bonzo en el paso fronterizo del Tarajal –en el lado marroquí–, fue ayer enterrado en Tetuán, donde residía. Este joven falleció en la tarde del jueves, como ya informó este periódico.
La despedida fue multitudinaria, como relataron las personas que participaron en la marcha hasta el cementerio. Quienes secundaron la procesión calcularon la presencia de unas 4.000 personas ya que este caso ha conmocionado a la sociedad marroquí. Sus conocidos explicaron que era soltero y no tenía hijos pero la economía de su casa dependía del dinero que ingresara con el paso a pie de bultos a través del puente del Biutz, en los polígonos del Tarajal, o bien mediante la carga de su vehículo con mercancía. También era huérfano de padre, añadieron las mismas fuentes.
“Su madre y hermanos están destrozados, nadie esperaba que este buen chico tuviera un final tan trágico”, comentaron los asistentes a la ceremonia celebrada en la Paloma Blanca.
El hombre se quemó a lo bonzo haciendo uso de líquido inflamable después de mantener un enfrentamiento con un aduanero marroquí que, al parecer, quería quitarle parte de la mercancía que transportaba en su vehículo. “Además de los productos, le arrebataron una cantidad importante de dinero e incluso el coche”, comentó una de las personas presentes en el funeral.
Al parecer, continuaron las mismas fuentes, los aduaneros exigieron un soborno para que la mercancía entrara en el reino alauí, a cuyo pago el tetuaní se negó.
En ningún caso, continuaron los marroquíes que ayer pidieron justicia en las calles de Tetuán, Sheikh tuvo “intención de quemarse a sí mismo, amenazó con hacerlo y los carabineros le dijeron que protestara como protestara, ellos no lo iban a impedir”.
Conocidos, familiares y otros presentes en el entierro criticaron que, cuando Sheikh estaba envuelto en llamas, “nadie intervino para apagar el fuego o ayudarle a deshacerse de la ropa. Solo le dejaron que ardiera”.
Otras fuentes apuntan a que el porteador perdió los nervios cuando las autoridades marroquíes intervinieron parte de la mercancía que portaba y fue cuando decidió prenderse fuego a sí mismo.
Sheikh fue trasladado a un centro hospitalario de la vecina localidad de Rincón –M’Diq, en árabe– y, posteriormente, a Tetuán, desde donde a la vista de la gravedad de sus lesiones fue desplazado a un hospital clínico especializado en el tratamiento de quemados de Casablanca, según explicaron fuentes cercanas a la familia del fallecido.
Como ya publicó El Faro, el paso de mercancía es el único sustento para miles de marroquíes que entran a diario en Ceuta para servir de mulas y pasar enormes bultos a Marruecos. Por esta labor diaria reciben unas monedas que son pagadas por los dueños de la mercancía que se van a encargar de su distribución en el país vecino. Perder esos bultos significa perder el poco dinero que reciben, de ahí que intenten evitar a toda costa esa situación. Cuando son acosados por alguno de los turnos de aduaneros incluso evitan el marchar a Marruecos y esperan en el Tarajal el relevo. La tensión es tal que se llega a situaciones como la ocurrida este miércoles.
Convocan una concentración en la frontera por el “desprecio a los marroquíes pobres”
El fallecimiento de Abdul Rahman Sheikh se produjo a primera hora de la tarde de este jueves, y tras conocerse varias oenegés de Tetuán mostraron su deseo de organizar una manifestación hasta la frontera la semana próxima. Lo harán como señal de protesta, ya que no es el primer caso de este tipo que se sucede después de producirse roces entre porteadores y aduaneros. Diferentes entidades sociales dedicadas a la defensa de los derechos humanos en el norte de Marruecos han convocado una concentración el próximo lunes a mediodía ante la frontera de Ceuta para condenar el fallecimiento. Los promotores de la movilización del próximo lunes denuncian "décadas de desprecio e insulto a la dignidad de los marroquíes pobres" y achacan una "responsabilidad directa" al Estado marroquí por la muerte del porteador, según las agencias de noticias. La última concentración en la frontera por el fallecimiento de porteadores se convocó por la muerte de una de ellas. La comitiva recorrió desde Castillejos hasta la misma frontera hace tres años. En otros casos se han producido sólo heridos, algunos de gravedad. Miles de marroquíes, en su mayoría mujeres, entran y salen cada día hasta media docena de veces cargados de todo tipo de productos adquiridos en Ceuta que transportan sobre sus espaldas, recordaron las organizaciones dedicadas a la defensa de los derechos humanos.