Los primeros feriantes comienzan a montar sus puestos y sus atracciones llegados de otras ferias aunque ya son los turroneros los que se apresuran a abrir para que les sea rentable el trasladarse hasta la ciudad autónoma. Lamentan que este año la crisis ya sacude los bolsillos de sus clientes y que los musulmanes, tanto ceutíes como marroquíes que también eran buena clientela “quizá la principal”, no acudirán con tanta asiduidad como otros años debido al Ramadán.
“Crisis, Ramadán que coincide de lleno y que se haya reducido a cinco días, quieras que no es algo que nos perjudica y por eso aprovechamos para abrir un poquito antes y cerrar cuanto más tarde mejor”, explica Bernardo Linares que lleva toda su vida acudiendo a la feria de la ciudad. “Esto para nosotros es una joya y hasta ahora no se había notado mucho la crisis. Venimos con esperanza pero no tenemos mucho a nuestro favor. Hay que agradecer que siempre nos reciben bien y nos sentimos muy queridos y que nos han bajado un poco las tasas porque es una feria cara para nosotros”, explica otro turronero que lleva abierto ya varios días.
Distinta es la visión que tienen otros feriantes sobre las Fiestas Patronales de Ceuta. Muchos llegan de La Línea, que acaba de finalizar... otros de algún pueblo más lejano. “Trabajamos seis meses, es duro, pero es cuando hay ferias, el resto del año tenemos que vivir de lo que ganemos y ahora se gana lo justo. Para vivir y punto”.
Entre los feriantes que han llegado para montar las atracciones, Enrique trabaja bajo el sol de julio con sus operarios. Tiene 22 años y lleva viniendo a Ceuta desde pequeño con sus padres y sus cuatro hermanos. Ahora viene él solo mientras sus padres hacen otras ferias. El día que mejor le ha ido ha conseguido mil euros la noche, pero claro “luego tienes que pagar los permisos que igual en Sevilla son de 5.000 euros así que al final no es tanta la ganancia”. Enrique asegura que entre el transporte y la gasolina Ceuta siempre ha sido una feria cara pero que merecía la pena porque los ceutíes siempre se han volcado. Lamenta que los ponis, una gran atracción, ya no pueda traerlos y espera que este año, aunque hay más crisis, las cosas funcionen bien.