El éxito y el fracaso son conceptos relativos que a veces echan raíces el uno y en el otro. El trabajador social José Sillero nunca hubiera querido verse, el verano pasado, en el filo de la navaja profesional. Trabajador social adscrito al CEIP Juan Carlos I en el marco del Convenio Ministerio de Educación-Ciudad, hace diez meses, cuando pareció que los programas se iban al garete, decidió que el desempleo no le alcanzaría quieto.
Empezó a plantearse poner en marcha un negocio y se acercó a Procesa para informarse de cómo hacerlo. Desde las ventanillas de la Sociedad de Fomento llegó a Salua y, desde ella, a la web de la Escuela de Negocios del Mediterráneo (ENME), que el pasado fin de semana le reconoció como el alumno más destacado de su tercera promoción, “un mérito que me llena de orgullo y que, obviamente, tengo que compartir con todos mis compañeros, sobre todo con los que he compartido trabajos de grupo, y agradecer a los extraordinarios ponentes del curso”.
Sillero, malagueño asentado en Ceuta (“una tierra de oportunidades”) desde 2001, ha sido reconocido el más sobresaliente de los casi 20 estudiantes de la tercera promoción del ‘Advanced Management Program’ de la ENME, el centro que Arjan Sundardas, su director, guía “con mano firme” a rebufo de las escuelas de negocios de Madrid, Barcelona, Bilbao y Navarra que son vanguardia nacional.
“Desde la primera semana nos dimos cuenta de que superar el curso y aprovecharlo debidamente exigiría cambiar todas nuestras rutinas, ya que aunque las clases presenciales son los viernes por la tarde y los sábados por la mañana”, recuerda Sillero, “hay dedicarle al menos tres horas al día”. El esfuerzo sostenido durante un semestre, asegura, ha valido la pena.
“La metodología de enseñanza que se utiliza, basada en casos prácticos que después se acompañan de teoría, me ha encantado”, asegura el alumno distinguido, que ahora mira “de otra manera” tanto los negocios que se encuentra por la calle como los anuncios que ve en televisión.
“Se trata de un método muy analítico guiado por un claustro con un nivel impresionante, con jefes de márketing de primeras empresas internacionales y responsables de grandes fondos de inversión que, a pesar de todo, mantienen los pies en el suelo”, alaba Sillero, que a sus 39 años recomienda la ENME “a cualquier persona inquieta”.
“No es necesario tener una formación previa en Económicas o Empresariales: es, sobre todo, una posibilidad única en una ciudad como Ceuta para acceder a una formación de primer nivel”, resume.