García Castañeda destaca que los que quedan tienen mucho menos volumen
La proliferación de vertederos ilegales en diferentes puntos de la ciudad ha sido una de las cuestiones que, en materia de Medio Ambiente, más ha preocupado a los consejeros que se han hecho cargo del área en los últimos años. También es un asunto prioritario para el actual consejero de Medio Ambiente, Servicios Comunitarios y Barriadas, Gregorio García Castañeda, que considera que se ha avanzado bastante en el último año ya que se han clausurado alrededor de un 70% de estos lugares donde se vertían escombros de forma incontrolada. “Es una cantidad importante, más teniendo en cuenta que los que todavía persisten presentan mucho menos volumen de residuos que el de hace uno o dos años”, aseguró el consejero, “todo gracias al servicio permanente de rotación que permite que, tras una denuncia, el tiempo que transcurre hasta que recogemos esos vertidos sea mínimo”. Por eso, cuenta, en lugares en los que los trabajadores llegaban a sacar 70 ó 80 camiones plagados de escombros ahora solo es necesario la recogida en siete u ocho.
En total el dinero que cada año invierte la Ciudad “entre gestión de residuos y el coste de la maquinaria”, ya que aunque en general se utilizan recursos del Parque Móvil es necesario contratar aparatos más especializados para llegar a determinados rincones, asciende a unos 600.000 euros. “Lo más complicado es ascender a los vertidos que se hacen en zonas escondidas del monte, pues cuesta localizarlos, sobre todo si son pequeñas cantidades que no se ven a simple vista”, contó García Castañeda quien recordó que en los últimos meses se ha limpiado a fondo la zona del Sarchal, el Recinto, el Parque O’Donnell y parte del Príncipe Alfonso y “otros vertederos que están en pendiente y se han de utilizar trabajos verticales”.
Afirma el consejero que, a pesar de que la problemática de los vertederos ha disminuido gracias a las acciones que se han emprendido, “sigue preocupándonos porque que haya escombreras en cualquier punto de la ciudad da muy mal aspecto”. De todos modos, puntualizó, el aumento de las denuncias y una mayor presión de la Policía Local, con mayor presencia de los agentes, han sido claves en cuanto al descenso de los vertidos.
La proliferación de vertederos ilegales en diferentes puntos de la ciudad ha sido una de las cuestiones que, en materia de Medio Ambiente, más ha preocupado a los consejeros que se han hecho cargo del área en los últimos años. También es un asunto prioritario para el actual consejero de Medio Ambiente, Servicios Comunitarios y Barriadas, Gregorio García Castañeda, que considera que se ha avanzado bastante en el último año ya que se han clausurado alrededor de un 70% de estos lugares donde se vertían escombros de forma incontrolada. “Es una cantidad importante, más teniendo en cuenta que los que todavía persisten presentan mucho menos volumen de residuos que el de hace uno o dos años”, aseguró el consejero, “todo gracias al servicio permanente de rotación que permite que, tras una denuncia, el tiempo que transcurre hasta que recogemos esos vertidos sea mínimo”. Por eso, cuenta, en lugares en los que los trabajadores llegaban a sacar 70 ó 80 camiones plagados de escombros ahora solo es necesario la recogida en siete u ocho.
En total el dinero que cada año invierte la Ciudad “entre gestión de residuos y el coste de la maquinaria”, ya que aunque en general se utilizan recursos del Parque Móvil es necesario contratar aparatos más especializados para llegar a determinados rincones, asciende a unos 600.000 euros. “Lo más complicado es ascender a los vertidos que se hacen en zonas escondidas del monte, pues cuesta localizarlos, sobre todo si son pequeñas cantidades que no se ven a simple vista”, contó García Castañeda quien recordó que en los últimos meses se ha limpiado a fondo la zona del Sarchal, el Recinto, el Parque O’Donnell y parte del Príncipe Alfonso y “otros vertederos que están en pendiente y se han de utilizar trabajos verticales”.
Afirma el consejero que, a pesar de que la problemática de los vertederos ha disminuido gracias a las acciones que se han emprendido, “sigue preocupándonos porque que haya escombreras en cualquier punto de la ciudad da muy mal aspecto”. De todos modos, puntualizó, el aumento de las denuncias y una mayor presión de la Policía Local, con mayor presencia de los agentes, han sido claves en cuanto al descenso de los vertidos.