Los vecinos del entorno del antiguo acuartelamiento del Brull, en la zona de Cortadura del Valle y detrás de la calle Real, han expresado sus quejas acerca del estado de abandono en el que, a su juicio, se encuentran estas antiguas instalaciones militares, en las que la Ciudad tiene un ambicioso proyecto de construcción de 450 viviendas protegidas que la Ciudad tiene previsto poner a disposición de promotores privados con la distribución de la parcela en cuatro solares.
Sin embargo, y debido a las restricciones presupuestarias, esta actuación se encuentra a la espera de financiación, motivo por el cual vecinos de la zona se han puesto en contacto con El Faro para recordar que los terrenos “está totalmente abandonados con gran maleza y matorrales a su alrededor”.
Los vecinos también advierten de la inseguridad que la situación del cuartel está generando entre los residentes, especialmente en las zonas de Maestranza y Cortadura del Valle, ya que aseguran que en la zona es transitada habitualmente por personas indocumentadas, que estarían utilizando parte de estas antiguas instalaciones para dormir, por lo que piden que se mejore su cerramiento y la seguridad.
este antiguo acuartelamiento fue adquirido por la Ciudad Autónoma en 2010 al Ministerio de Defensa por un precio de diez millones de euros para la edificación de varios cientos de viviendas de protección oficial.
El crédito solicitado por la Ciudad Autónoma y que tiene un período de vigencia de cuatro años se abonará con el dinero de la venta de estas cuatro parcelas. La adquisición del acuartelamiento del Brull forma parte del protocolo firmado con el Ministerio de Defensa para la adquisición de varios solares, entre los que también se encuentran los acuartelamientos Fiscer y Fuentes Pila, además de la antigua Maestranza de Ingenieros.
No se quiere efectuar una venta de más parcelas en estos momentos para que no se vaya a saturar el actual mercado de la construcción de nuestra ciudad.
Destacar, por otro lado, que se ha elegido esta fórmula con la intención de que la empresa privada tenga también la oportunidad de participar en la construcción de viviendas protegidas y de ayudarles en estos momentos de crisis.