Ayer, al finalizar la manifestación contra la reforma laboral, convocada por Comisiones Obreras y la Unión General de Trabajadores, destacó que ellos niegan las acusaciones que les están haciendo desde el equipo de gobierno, en el sentido de que están poniendo encima de la mesa cuestiones políticas, "cuando ése no es nuestro campo y en el decálogo que el otro día entregamos en el registro no había ninguna petición política, sino simplemente sindical".
Sigue refiriéndose a que continúan esperando a que les llamen para volverse a sentarse en la mesa de negociaciones y a escuchar hasta donde están dispuestos a llegar en los diez puntos que han programados las centrales sindicales.
Ante un supuesto de que no les fueran a llamar, reflejó Juan Carlos Pérez que "nosotros lo tenemos muy claro, y si no quieren negociar, llevando adelante sus propuestas sin abordarlas con las centrales sindicales, que somos los legítimos representantes de los trabajadores, que no se olviden que también tenemos nuestras armas".
Entiende que el Gobierno del presidente Vivas tiene su hoja de ruta y que de ahí no se van a mover, "y para ello no les importa para nada lo que les pueda pasar a los trabajadores. Estamos de acuerdo en que todos debemos apretarnos el cinturón, pero todo el peso no puede recaer sobre los trabajadores".
Por último, añadió que si el Gobierno no ha sabido gestionar los recursos de los trabajadores, "que se sienten con los sindicatos y entonces les explicaremos como se pueden llevar los Recursos Humanos".
A buen seguro que las declaraciones de Juan Carlos Pérez volverán a levantar polémica, pero entiende que es la respuesta después de las afirmaciones que hizo el portavoz del Gobierno, Guillermo Martínez, el pasado viernes en la rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno.
El Gobierno dice que no se levantó
El Gobierno mantiene, sin embargo, que no tiene bajo ningún concepto que volver a llamar a los sindicatos, porque ellos no fueron quienes se levantaron de la mesa de negociaciones hace ya once días.
Desde el punto de vista de los sindicatos, entienden que una vez que entregaron su decálogo en el registro del Ayuntamiento, por parte del Gobierno presidido por Juan Vivas se debe responder de la misma manera a las centrales sindicales.
A lo largo de estos once días han existido varios llamamientos desde el ejecutivo a las centrales sindicales para que se vuelvan a sentar en la mesa de negociaciones y que se busque un consenso el respecto.