Mientras el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, se preparaba su intervención en el Congreso del PP para defender la necesidad de mayor apoyo en materia migratoria, el ambiente volvía a revolverse en el país vecino. Casi dos meses después de que Ceuta no registrara ni una sola entrada de subsaharianos y, ni tan siquiera, un intento en condiciones, la pasada madrugada se rompía la tónica cuando un grupo de cuatro subsaharianos intentaba aproximarse al espigón de Benzú.
Los agentes marroquíes, tal y como han constatado fuentes del vecino país, pudieron impedir la entrada a la carrera de tres de los cuatro subsaharianos; mientras que el último optó por arrojarse al agua e intentar su pase a nado, bordeando el espigón de Benzú, sin que lo consiguiera. Se desconoce si finalmente fue también detenido por los agentes marroquíes.
Este intento de entrada sorprendió despistados a los policías que, no obstante, reaccionaron con el tiempo suficiente como para bloquear el pase a Ceuta. Curiosamente habían intentando llegar a la ciudad por el paso de Benzú y no por el del Tarajal, que continúa fuertemente blindado con presencia militar y que se ha convertido en puerta de tránsito de cientos de subsaharianos durante el pasado año. ¿Hecho anecdótico o movimiento a tener en cuenta? En debatir sobre esta respuesta está la Policía marroquí.