En noviembre, la Policía Local realizó en Ceuta un total de 27 pruebas de alcoholemia dando como resultado una positiva con denuncia.
Cuando somos objeto de una medición no es necesario soplar por una boquilla. En aquellos casos en los que las personas no puedan hacerlo, existen otros sistemas para obtener los resultados.
Así lo explica el tiktoker Bernardo Hernández a través de su cuenta en esta red social mediante una demostración de la conocida como prueba de alcoholemia pasiva que ofrece el guardia civil de Tráfico Jesús Rodríguez.
Este alcoholímetro de aproximación se utiliza, por ejemplo, cuando la autoridad competente acude a un siniestro vial y la persona que está implicada no puede soplar porque manifiesta que tiene algún tipo de problema médico o incluso la persona está en la camilla de una ambulancia y no puede soplar.
Con este sistema, acercándose el agente un poco a ellos, el instrumento ya ofrece un resultado que es de aproximación.
El guardia civil Jesús Rodríguez realiza consigo mismo una prueba para detectar si ha bebido. “En este caso nos acercaríamos a la persona, le pondríamos el etilómetro cerca y simplemente con que vaya hablando, con que nos vaya comentando su nombre, apellidos, edad, etcétera… ya la máquina da un resultado” que, como se puede apreciar en el vídeo, es cero –obvio–.
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En caso de que la persona que se somete a la prueba del alcohol dé cero, ya en este caso terminaríamos el proceso. Pero si da positivo, la Guardia Civil iniciaría otro tipo de trámite: en caso de que la persona se negase, los agentes podrían dar cuenta a la autoridad judicial.
Todos estos controles hasta el momento se hacían con el alcoholímetro tradicional, con el conductor teniendo que soplar por la boquilla. Sin embargo, este tiktoker ha compartido la existencia de este nuevo alcoholímetro en el que esta acción no es necesaria y ya está en uso.