Ha sido una intervención “ejemplar”. Así la califican testigos del suceso ocurrido este lunes en la carretera del Recinto Sur, en Ceuta, en torno a las 13:00 horas, tras producirse un accidente de tráfico entre una moto y un taxi.
El ocupante de la moto quedó inconsciente en el suelo, siendo asistido inicialmente por agentes de la Policía Nacional. “Ante la saturación del servicio de emergencias, con ambulancias ocupadas en otros tres accidentes simultáneos en la ciudad, la espera para la asistencia fue de aproximadamente 30 minutos”, explica una testigo de lo ocurrido que ha contado los hechos a El Faro.
Unos hechos cargados de lo que para algunas personas puede considerarse acción heroica, mientras que para otras supone el fiel reflejo de tener la entereza suficiente como para actuar ante situaciones extremas como la que se estaba viviendo.
“En medio de esta situación, el teniente médico David Ramírez, que se encontraba en el lugar, intervino rápidamente para garantizar la estabilidad del herido. Durante la espera, supervisó el estado del accidentado, controlando que no se desestabilizara. También tomó medidas preventivas, enviando a un testigo cercano a buscar un desfibrilador por si el paciente entraba en parada cardiorrespiratoria”, explica la testigo del accidente.
“Maniobras cruciales”
Cuando llegó una ambulancia básica, el teniente médico colaboró estrechamente con los sanitarios y un policía de paisano para realizar “maniobras cruciales, como la retirada del casco, la colocación de un collarín cervical y la inmovilización del paciente en un tablero espinal con un inmovilizador de cabeza”, explica.
“Este esfuerzo permitió un traslado seguro a la ambulancia medicalizada que llegó posteriormente para hacerse cargo del paciente”, añade.
Esa cadena humana funcionó como debía ante un suceso que pudo ser controlado de esta manera ejemplar. El estar en el momento oportuno resulta clave, pero también el tener los conocimientos y sobre todo la entereza para saber reaccionar como se debe con la celeridad debida.