Le cantan “bajito” al niño Jesús por Nochebuena. Felicitan la Navidad a un público, de momento, imaginario. Funden sus voces y ensayan sus tres villancicos de puño y letra antes de la parada final en el Auditorio del Revellín, en Ceuta.
Son los ‘Jóvenes flamencos’, que calientan su voz en la Peña Cultural Las plantas antes de su actuación en el concurso. Al ritmo de la guitarra, la pandereta y la batería, este nutrido grupo repite cada pieza para ir lo más afinados posibles al salto final.
Colocados en fila y ante la mirada atenta de allegados, ponen en práctica sus creaciones. No saben con certeza si serán premiados en esta edición. De hecho, muestran cierto espíritu de deportividad.
“No lo sé. Todos los años digo lo mismo. Las formaciones van todas preparadas. Se quieren llevar el premio como es lógico, pero es el jurado quien decide si somos dignos o no de ello”, expresa Juan Heredia, director del coro. “Nosotros vamos a ir para pasarlo bien y festejar estas fechas, que es lo fundamental; que estas no se pierdan”, detalla.
Flamenco fusión
Reúnen la esencia de la Navidad y del flamenco en sus voces, no sin olvidar un toque personal. Es este motivo por el que no solo se han limitado a instrumentos clásicos del género, que es su principal fuente de inspiración. El saxofón o las campanas tubulares son algunas de las novedades que se han incorporado a lo largo de la trayectoria del grupo.
“A medida que hemos evolucionado hemos ido metiendo cosas nuevas y eso es bueno, porque, aunque sean villancicos, no dejan de sonar como tal”, comenta. “Se trata de ir metiendo elementos para dar un matiz moderno y para enriquecer la música siempre y cuando no la asfixie”, menciona.
No tienen favorito entre sus composiciones. “Lo son todos. Cuando los sacamos, siempre los creamos con mucho cariño y ponemos todo nuestro corazón”, expresa. La clave para un buen espectáculo se encuentra, a su juicio, en cuidar la voz.
“Ante todo está en hacerlo bien y en estar muy afinaditos”, especifica. No tienen trucos para preparar las cuerdas vocales. Simple y llanamente, siguen los pasos básicos. “Como casi todos los coros. Antes de subir al escenario, calentar y entonar”.
Ensayos
Quedan a partir de finales de septiembre. Cada semana se encuentran entre dos y tres veces, una regularidad que amplían en los últimos días antes de la llegada de la actuación.
A pesar de que parece sencillo, no siempre es tarea fácil coordinarse. “Siempre pasa algo. Es rara la vez que estamos todos al completo, pero creo que también le pasa a los demás”, manifiesta con naturalidad. Sin embargo, esta salvedad se supera gracias a la tecnología. “Tenemos un WhatsApp con todos los integrantes y ahí hablamos del día”, cuenta.
Lo que más les cuesta es empezar. “Lo que es el inicio, sacar los acordes, meter las voces… Es lo más complejo”, apunta. “Una vez que se ensambla un tema con otro y poco a poco se van elaborando, ya es cantar y coser”, reflexiona.