La Ciudad ha comenzado la reparación de la valla de protección del recinto de los ciervos de San Amaro después de que una manada de perros asilvestrados intentara atravesar este perímetro haciendo un agujero después de matar a las cabras.
Los perros se introdujeron en el recinto por debajo del vallado y persiguieron a los ciervos, con el riesgo de que éstos “se hubiesen matado contra la valla al golpearse”, explica el veterinario de San Amaro, Alfonso Morey, aclarando que nunca se “hubiera producido una pelea, el ciervo va a morir huyendo”.
El veterinario de San Amaro insiste en que “no es permisible” que ocurran este tipo de cosas y que es necesario “retirar a los perros que han ido adoptando una “conducta gregaria de cazador en potencia” como consecuencia del mal uso de la colonia urbana”. El problema, más de la persona que ha abandonado a su suerte a este animal obligándolo a asilvestrarse, llegaba a sus últimas consecuencias con el ataque a estas cabras.
Por otra parte, Morey ha explicado a este medio que este mismo ciervo es a su vez responsable de la muerte de otros dos machos en la época de la berrea, “al intentar huir de él y romperse el cuello”, por lo que los responsables de San Amaro han decidido no introducir más machos en el mismo recinto a fin de evitar más peleas que deriven en estas tragedias.
Ejemplares machos
Actualmente en el recinto de los ciervos conviven siete ejemplares, el macho dominante junto a seis hembras. En caso de que en los próximos años naciera otro macho Morey explica que sería necesario trasladarlo a otra ciudad o efectuar un canje por una hembra para salvaguardar la integridad del animal. “El peligro para el macho no comenzaría hasta los dos o tres años que es cuando empieza a salir la cuerna, es entonces cuando el macho dominante lo ve como un rival y es cuando habría que trasladarlo”, apunta el veterinario de San Amaro.