En su estúpida carrera tras la izquierda para tratar de imitarla, el PP incluso se une a los separatistas en el crucial tema de la lengua nacional, el español , y decide ser más nacionalista que ninguno , presumiblemente porque piensa que la verdadera raíz de que exista una Comunidad Autónoma, es la lengua, de ahí la ridícula versión de un habla convertida en idioma en Asturias con el bable o en los nacionalismos que creen convertir su comunidad autónoma en nación solo por poder hablar distinto, por ello impiden hasta la estúpida y demencial resolución del Tribunal Constitucional para que al menos el 25 % de la enseñanza se imparta en español.
El español, esa lengua universal, no va a ser barrida por los pueblerinos nacionalistas, pero cualquier persona amante del liberalismo y con una ideología anclada en la tradición, en la defensa de la propiedad privada, en la economía de mercado en la independencia del poder judicial y consecuentemente con unas ideas opuestas a las del socialismo comunista gobernante chantajeado por los separatistas esperaría de un partido de derecha como el PP, que también se ajustara a la Constitución y en este caso en lo referente a la lengua oficial del Estado a la que todos los españoles tenemos el deber de conocerla y el derecho a usarla, lo que no se compadece con las políticas lingüísticas desarrolladas por el PP allí donde gobierna.
Por incomprensible que parezca, en las Comunidades con otra lengua oficial gobernadas por el PP, no existe la libertad de elección del español en la Educación, cuando no se encuentra con mil obstáculos para desanimar a los padres de los alumnos que exigen esa libertad, pensando lógicamente que el aprendizaje de una lengua minoritaria acorta las posibilidades de todo tipo, entre ellas laborales, de sus hijos.
El PP ya ha sido cómplice tanto en el Congreso como en el Senado de la aplicación de sus reglamentos que permiten hablar en otra lengua cuando todos conocen el español, con los gastos en traductores e intérpretes que conlleva además de los logísticos, tamaña malversación. Es difícil conseguir algo racional de estos políticos. Todo ello a pesar de las distintas plataformas de padres que se mueven en los distintos territorios gobernados por el PP. Galicia, Baleares y Valencia nos muestran datos sonrojantes.
El reino de Galicia nunca tuvo gran importancia en nuestra Historia, como monarquía nacida en el siglo X fue dependiente del Reino de León, posteriormente de Castilla y finalmente de España, Alfonso III de Asturias envió a uno de sus hijos Ordoño II a Galicia, Fruela II a Oviedo y Garcia I a Léon, a la muerte de Garcia I en 914 dejó el trono a Ordoño II acabando con el reino de Galicia. A pesar de que históricamente esa región es la más débil, está siendo junto con Cataluña la que pone más obstáculos a la enseñanza e incluso al derecho a hablar y escribir en español. Según la plataforma Hablemos Español, en Galicia no se permite elegir lengua vehicular, y está prohibido estudiar en español las asignaturas más interesantes desde el punto de vista lingüístico; el Decreto para el plurilingüismo aprobado en 2010 por el Partido Popular prohíbe de facto la utilización del español como lengua de la Administración educativa gallega, ya que se prohíbe a los profesores usar el español en documentación interna y de comunicación. Boletines, actas, programaciones, rotulación, comunicaciones, etc., son monolingües en gallego. El español está excluido casi al 100% de la rotulación, documentación y campañas en la administración gallega, lo que incluye la Sanidad, la Educación y la Justicia, así como de las ayudas a los jóvenes creadores y en la cultura promovida desde el Gobierno Gallego. También está excluido casi por completo en la vida oficial municipal. El discurso de la clase política es netamente nacionalista. El Parlamento de Galicia es el único en el que ningún parlamentario de ningún partido utiliza nunca el español en sus intervenciones.
En su ansia y amor a la lengua gallega y el desprecio y odio al español, estos del PP se permiten decir animaladas como la dinamizadora del gallego de la Xunta, la tal Alicia Padin , en la época de Feijóo al frente de la Xunta , que eructó: «Ninguna persona culta debería hablar castellano en público» . Otro de la misma cuerda, el tal Valentín García, encargado de Política Lingüística del Gobierno Gallego, manifestó: “En lo que tenemos que esforzarnos de verdad es en que en los colegios se hable más gallego, pero en el patio, cuando salen a jugar… Ahí es donde se tiene que hablar más gallego, en los espacios de socialización. Tenemos que crear una sociedad que hable más gallego.” “Yo entiendo a los nacionalistas, porque el nacionalismo es una forma de conservar. Me pregunta mucha gente si soy del BNG y cuando digo que soy del PP se quedan con los ojos como platos. Debemos socializar esa necesidad de considerar la lengua como elemento fundamental de nuestra razón de ser como pueblo y de nuestra propia idiosincrasia. Una lengua es mucho más fuerte porque responde al ADN de un pueblo. Resiste muchísimo más de lo que pueda parecer. Es importante saber que la Galiza que somos y que la autonomía que tenemos es, en gran medida, por nuestro idioma”.
La situación de exclusión del español y del nacionalismo lingüístico en el ámbito oficial de Galicia es grave y desconocida para gran parte de españoles. Resulta casi imposible publicar noticias sobre discriminación lingüística en Galicia, dada la presión ejercida sobre la prensa local por parte del Gobierno gallego y también, desde el equipo de comunicación nacional del Partido Popular. Las ayudas públicas han ido condicionando los usos lingüísticos del tejido asociativo y, cada vez en más medida, del empresarial. También se ha subvencionado el uso del gallego en los medios de comunicación, y se ha impulsado el discurso ideológico hacia tesis nacionalistas. Dado que esto se ha llevado a cabo, principalmente, por parte del Partido Popular, que en otros lugares de España no es nacionalista y, teniendo en cuenta el adoctrinamiento nacionalista en la enseñanza, se va asumiendo la exclusión del español como algo natural. Instituciones como el Defensor del Pueblo autonómico, siempre dan por buena la respuesta del Gobierno Gallego ante una queja, por muy disparatada que sea la respuesta de la Consejería correspondiente.
Todo ello ha sido ahormado con leyes al respecto, así el Estatuto de Autonomía considera al gallego como “lengua propia”, la ley de Normalización Lingüística aprobada durante un Gobierno del Partido Popular, es un texto nacionalista puro , llegando a decir que ” La lengua es la mayor y más original creación colectiva de los gallegos, es la fuerza espiritual del pueblo gallego es la verdadera fuerza espiritual que le da unidad interna a nuestra comunidad “. Del mismo modo la Ley de Administración Local de Galicia y a aprobada también durante un Gobierno del Partido Popular, da cobertura legal a la eliminación del español en muchos aspectos de la vida municipal o el Plan General de Normalización de la Lengua Gallega, también del PP, como guía para extender el gallego a todos los ámbitos de la sociedad excluyendo el español. Lo abarca todo, desde la enseñanza o las administraciones públicas hasta la religión. Campañas como “Saca el gallego que llevas dentro” o la promovida por la Xunta para estudiantes de “21 días co galego e mais” para que los estudiantes no usen el español ni en casa, ni en el colegio, durante 21 días. Esta campaña fue posteriormente imitada por varios ayuntamientos catalanes. Todo ello forma parte de la traición del PP al español, la lengua de todos.
En las Baleares de la pepera Marga Prohens, la situación es similar. Siendo la Presidente de la Comunidad y con competencias plenas en la educación, se retrae ante la ofensiva de profesores enseñantes del catalán que se oponen a cualquier grado de libertad que permita a los padres elegir libremente la lengua en la que deseen que estudien sus hijos. El PP pactó con Vox un plan de segregación lingüística para desmantelar la escuela en catalán, el Plan Vera, en referencia al consejero de Educación Antoni Vera, del PP. Del total de 339 centros de primaria de las Islas Baleares (117 privados y concertados y 222 públicos), solo un 3,24% se suma al Plan según datos de la Obra Cultural Balear (OCB),la principal entidad soberanista de las Islas que considera este plan de libre elección de lengua «nocivo, ilegal y no equitativo» y ha solicitado a la justicia, como medida cautelar, que no entre en vigor hasta que se dirima esta cuestión entre los jueces. La OCB ha comunicado mediante nota de prensa su negativa al plan de segregación lingüística, ya que considera que “se debe evitar la introducción de medidas discriminatorias al sistema educativo porque van en contra la cohesión social por razones exclusivamente ideológicas y no pedagógicas”. Además, considera que su aplicación no se llevó a cabo pensando en la ciudadanía, debido a que “es un plan que no fue avalado por la mayoría social del pueblo de Mallorca y Baleares, sino que es una cesión del PP con Vox, y no figuraba en el programa electoral del PP antes de las elecciones. Es decir cuando se tienen las competencias no de aplican y toda esa Comunidad está al capricho de los independentistas catalanes.
"El reino de Galicia nunca tuvo gran importancia en nuestra Historia, como monarquía nacida en el siglo X fue dependiente del Reino de León, posteriormente de Castilla y finalmente de España, Alfonso III de Asturias envió a uno de sus hijos Ordoño II a Galicia, Fruela II a Oviedo y Garcia I a Léon, a la muerte de Garcia I en 914 dejó el trono a Ordoño II acabando con el reino de Galicia. A pesar de que históricamente esa región es la más débil, está siendo junto con Cataluña la que pone más obstáculos a la enseñanza e incluso al derecho a hablar y escribir en español"
La plataforma Escuela de Todos, que aglutina asociaciones de padres de toda España, denuncia que 136 centros educativos de las Islas Baleares no han permitido a las familias escoger el castellano como primera lengua de enseñanza. La plataforma se remite a datos de la Consejería de Educación obtenidos a través del Portal de Transparencia. Según dichos datos, un 42% de los colegios (136 de 323) no ha informado de la opción de estudiar en español en Educación Infantil. En 129 de estos 136 colegios se ha adjudicado la totalidad de plazas para la enseñanza en catalán, por lo que Escuela de Todos dice tener «sobrados motivos para sospechar que en todos ellos los impresos de matrícula carecían de las dos casillas, impidiendo, por tanto, elegir lengua y sustituyendo la voluntad de los padres». Ahora denuncian que estos centros «no han permitido elegir lengua», ya que «se ha adjudicado al catalán la elección del 100% de los padres y al castellano el 0%». «Esto es presuntamente un abuso de los directores de los centros, ya que, si no ha habido casillas, no ha habido elección, abuso que la consejería ha aceptado sin ningún tipo de comprobación, al negarse a reclamar los modelos de matrícula y comprobar si han permitido elección o no», abunda la plataforma”. Así no es de extrañar que el Gobierno del PP mantenga el millón de euros para la promoción del catalán en los presupuestos insulares de 2025 del departamento de Cultura y Patrimonio.
En Valencia es el único sitio donde la situación está cambiando gracias a la llegada de PP y VOX y su ley de libertad educativa, pero hay que tener en cuenta que esta región no es tan homogénea en el uso de la lengua por sus habitantes al haber zonas cercanas a La Mancha donde no se ha utilizado anteriormente nunca el valenciano como Utiel o Requena o en el sur de Alicante las cercanas a Murcia. En la actualidad se puede afirmar que casi la mitad de los colegios valencianos ya dan la mayoría de horas de clase en castellano. En total, 621 de los 1.369 centros de Infantil y Primaria que hay en la Comunidad imparten más tiempo lectivo en castellano que en valenciano, según los últimos datos de Consejería de Educación. La cifra se da como resultado del cambio de lengua base autorizado para 107 centros de zonas castellanoparlantes, 85 de ellos en la provincia de Alicante.
En Cataluña, aunque que no es un predio del PP, vemos algunas de las consecuencias de tamaña persecución del idioma de todos. Son los casos denunciados por el sindicato de médicos catalanes, el Simecat, de un médico de la clínica Dexeus de Barcelona, señalado por los independentistas por usar el español. Una paciente exigió que la atendiera un médico que hablara solo en catalán, pero el doctor pidió usar el castellano porque se expresaba mejor, aunque entendía la otra lengua, o el de una enfermera de Cádiz, a quien el hospital Vall d’Hebron no renovó su contrato por criticar que tuviera que disponer de un nivel C1 de catalán para opositar en Cataluña. El sindicato ha pedido a la Generalidad que deje de lado la cuestión lingüística y se prime una «atención sanitaria de calidad, lamentando las «imposiciones» a los trabajadores sanitarios y «el linchamiento» a aquellos facultativos que utilizan el castellano. Pero de eso no se trata, ya que la lengua es una herramienta más, usada por los que no quieren que exista la Nación. Y el PP, si llegara a gobernar, no movería una coma para cambiar la situación actual y ayudar al español, la lengua de la Nación.