Vox ha llevado al Pleno de la Asamblea de Ceuta la situación de las quemas de vehículos y contenedores que se suceden en la ciudad.
Tras leer varios titulares de prensa y recordar que se trata de un asunto que se lleva arrastrando desde hace años, los de Abascal han advertido de que se está ante uno de los problemas “más graves de vandalismo e inseguridad” con auténticas “noches de pánico” registradas en muchos barrios.
En tres años, de 2018 a 2020, la Ciudad desembolsó más de 350.000 euros para reponer contenedores destrozados por el fuego. “Tenemos un problema de seguridad y vandalismo en las barriadas y desde el Gobierno, con su política, no se consigue atajar. No se está haciendo todo lo que se debe hacer. No se trata de minimizarlo cuando se está en riesgo la seguridad de las personas, se trata de atajar con carácter radical”, ha denunciado el portavoz de Vox, Juan Sergio Redondo.
Ante esa situación extrema pintada por Vox, la Ciudad ha respondido con datos que apuntan a un descenso en las quemas, a pesar de que las mismas persisten. Vox se enreda en las estadísticas de quemas de coches y contenedores al seguir negándolas en su comparativa con la realidad.
Estadísticas, cámaras y Policía Nacional
Ha sido el diputado Alejandro Ramírez quien ha aludido al descenso en el balance de la criminalidad en Ceuta y a las medidas dispuestas como más presencia de la UIR o la puesta en marcha de las cámaras enmarcadas en el proyecto Safe City.
Ramírez confía en erradicar esta lacra mediante operaciones de colaboración entre Policía Local y Nacional (el CNP ha arrestado ya a 11 autores de daños por incendio en la llamada Operación Ardor), pero ha indicado que ha bajado un 60% la quema de contenedores de 2022 a 2023, mientras que en cuanto a coches la bajada es del 30% en tres años.
Casi 10.000 euros ha costado a la Ciudad la quema de contenedores en este año.
La Ciudad ha destacado que se está trabajando también en la retirada de vehículos abandonados, este año 140; en 2023, 283. Con su retirada se quiere evitar más focos de riesgo en las calles.
Ramírez no ha obviado que se esté ante un problema para la ciudadanía, pero ha recordado a Redondo que “los datos son los que son” y con datos en la mano, “fáciles de cuantificar”, se evidencia un descenso real.
“Se han establecido medidas y el problema ha descendido. Sigue, sí, pero se ha reducido. Que se erradique es lo ideal, pero estamos intentando que se vaya reduciendo”.
“Según las cifras las medidas adoptadas están teniendo impacto, las actuaciones están teniendo un efecto directo”, ha reseñado Ramírez.
Que ha bajado pero sigue una Ciudad como Ceuta no debía haber ni un incendio más
Los ciudadanos, sobre todo, los que verdaderamente padecemos la lacra del vandalismo, no nos convencen los argumentos esgrimidos por la extrema derecha, ya que no les importa los barrios "marroquinizados", como nos tienen acostumbrados con su narrativa.
Cierto que el abandono de las barriadas es algo evidente, pero no debemos exigir responsabilidad en una policía local, que ni tiene las competencias ni la preparación para reducir el porcentaje de actos vandálicos ( quema de mobiliario urbano, vehículos privados y delitos menores).
Es menester que la Ciudad y los entes sociales ( asociaciones vecinales, representantes de pequeños comercios,...), insten a la Delegación del Gobierno en asumir sus competencias en materia de Seguridad Ciudadana, una dejadez manifiesta que llevamos arrastrando los ciudadanos con diferentes gobiernos de turno.
La mayoría de los ciudadanos que vivimos en los "barrios marroquinizados" , rechazamos la hipocresía de la extrema derecha, con el fin de cortar hierba y allanar el terreno a costa de nuestro padecimiento.
Por otro lado, una actuación reactiva por parte de las FCSE, debe acompañar de un proyecto social que permita abordar el propio ecosistema de las barriadas más afectadas, con fuertes inversiones que permitan asemejarse a las barriadas mas cercanas al centro con iluminación, parques de ocio para niños y mayores, zonas deportivas, no dejar ningún sitio sin iluminación, limpieza viaria y recogida de residuos,...y en definitiva, en un mayor empoderamiento de los vecinos, lo que supone un trabajo en equipo con la Ciudad
Por tanto, la visión de la criminalidad de Vox lleva implícita la segregación y los prejuicios hacia los que vivimos en la periferia, usando nuestras penurias a favor de minar el terreno a otros partidos políticos
Les aconsejo a Vox de preocuparse y ocuparse de una policía local más profesional y que los procesos selectivos, sean igual o más exigentes, que los que se articulan en el acceso a las FCSE ( policía nacional y guardia civil).