Los días pasan, el plazo de tiempo cada vez es menor y la circular del fiscal jefe advirtiendo del cierre del centro ‘La Esperanza’ en dos meses -es decir, a mediados de enero- se ha convertido en una auténtica obsesión para el área de Menores. Con los deberes a medio hacer, la Ciudad no descarta pedir algo más de plazo al Ministerio Fiscal presentándole la opción que termine siendo la más convincente para albergar lo que será el futuro centro de menores y que acogerá a los internados en el Hacho (que ya son alrededor de 140) y los que hay en Mediterráneo (alrededor de 60).
Cierto es que la Ciudad no ha concretado una alternativa definitiva y hoy por hoy, sobre la mesa del presidente de la Ciudad Juan Vivas hay colocadas varias opciones, entre ellas, incluso, volver a retomar el traslado -pretendido en su día- al albergue de Hadú. La consejera de Asuntos Sociales, Rabea Mohamed, confesaba a ‘El Faro’ en la edición de ayer que nada se le había comunicado al respecto. Y no mentía, porque nada hay definitivo como para dar, de nuevo, ese plazo. “Con el poco tiempo que tenemos por delante, y confiando en que se nos dé una moratoria, hay pocas opciones para elegir, por eso no se descarta, eventualmente, lo del albergue”, apuntan fuentes de la Ciudad. Tampoco se desecha la idea de reutilizar algún cuartel en desuso haciendo una obra de emergencia, siempre buscando una medida paliativa mejor que el centro actual y que sirva de mero tránsito hasta la construcción de un centro nuevo.