El hallazgo, el pasado miércoles, de un avión de aeromodelismo cargado con dos kilos de hachís ha dejado descolocada a la Guardia Civil que califica de toda “una sorpresa” este servicio. Ahora se trata de saber si es posible emprender una investigación para conocer, primero, quién era la persona que cargó la droga y, segundo, si con anterioridad había realizado pases similares.
Pues bien, dentro del terreno de las meras sospechas se baraja la posibilidad de que el avión habría sido preparado para hacer un pequeño recorrido: de las playas vecinas de Beliones hasta Benzú. Pudo tratarse de una mera prueba para intentar un traslado de droga peculiar, erigiéndose en, al menos, una forma curiosa de pasar narcóticos.
Tras el examen del avión lo que sí se ha comprobado es que se trata de una maqueta a escala a la que se le había añadido un pequeño motor. Por sus características no tenía más de 15 minutos de autonomía de vuelo, de ahí que se piense que su uso era para introducir pequeñas cantidades de droga en trayectos cortos cuyo destino final tuviera una explanada para aterrizar el aparato sin daños, como puede ser la zona de Benzú.
Conocedores del sector del aeromodelismo apuntan, tras ver el avión en fotografías, que o bien se pretendía un pase corto o el que manejaba el aparato realmente no sabía cómo utilizarlo de ahí que esta historia haya terminado así.