El Hospital Universitario de Ceuta contará en un plazo aproximado de seis meses con una nueva sala blanca modular en el servicio de Farmacia. La infraestructura incluirá una nueva cabina de seguridad biológica que reemplazará a la actual.
Este espacio permite a los sanitarios de esta área trabajar de forma segura con materiales que por su toxicidad o riesgo biológico requieren de estos entornos. A estos se incluyen aquellos agentes que precisan de este equipo por necesidades de esterilidad.
Asimismo, el contrato engloba el desmontaje de las cabinas de flujo laminar horizontal y su sustitución. El importe de esta adjudicación asciende a 340.072,37 euros y corre a cargo de la empresa Tecnología para diagnóstico e investigación, que contará con un plazo de seis meses para traer a Ceuta este equipamiento médico. Esta ha sido la compañía elegida de las dos ofertas que se presentaron en el proceso de licitación.
Función de las salas blancas modulares
El objetivo principal de este tipo de instalaciones es mantener a raya los posibles riesgos de contaminación que puedan darse al trabajar con agentes con condiciones especiales. Así, con este equipamiento, los profesionales se cercioran de desempeñar su labor de tal modo que el número de partículas que entran o que se generan en su interior sean mínimas.
Esta infraestructura en concreto, a diferencia de las comunes, está conformada por pequeñas parcelas o módulos, de ahí su nombre. Esta compartimentación permite que su colocación y montaje sea más práctico que la otra clase de sala. Ello posibilita también una mayor personalización, así como la adaptación a espacios reducidos.
Estas salas, con la finalidad de cumplir con su propósito, deben reunir una serie de requisitos en cuanto a limpieza del aire, temperatura u otros parámetros a tener en cuenta para el funcionamiento óptimo de esta instalación.
Cabinas de flujo laminar horizontal
Otro de los equipamientos médicos renovados que llegarán al servicio de farmacia son las cabinas de flujo laminar horizontal. Estas son espacios diseñados para presentar unas características específicas.
Antes de su uso y puesta en marcha son sometidos a unos tratamientos, lo que posibilita al profesional ejercer su labor en un área en la que se da un control estricto de partículas en suspensión. A su vez, se crea una llamada “barrera de aire”, es decir, su flujo a una velocidad que elimina cualquier tipo de obstáculo al trabajador.
Este tipo de cabinas son utilizadas para procedimientos de control microbiológico, tomas de muestreo, análisis clínicos, cultivo de tejidos entre otros usos científicos.