Una mujer indonesia ha muerto y otras tres personas de la misma nacionalidad sufrieron heridas graves como consecuencia de una fuga de gas butano en el interior de un apartamento situado en la ciudad de Tánger. El accidente tuvo lugar al final de la tarde del pasado domingo.
Los motivos del accidente se desencadenaron cuando uno de los afectados se estaba duchando, lo que provocó una fuga de gas butano en el interior del apartamento en el que vivía junto a tres ciudadanos indonesios. El incidente afectó la cotidianidad de los vecinos cercanos tras la explosión.
De manera inmediata, se registraron imágenes del acontecimiento y las personas afectadas fueron trasladadas por dos ambulancias, donde una de ellas falleció, de los servicios de emergencia del Hospital Regional Mohammed V.
Los afectados recibieron atención médica e ingreso hospitalario aquellos que presentaban un estado más grave.
Las autoridades locales, entidades públicas y privadas, solicitan una investigación urgente para determinar las circunstancias del accidente, incluyendo la presencia y la supervisión de la zona por parte del Ministerio Público de Asuntos Civiles.
Gas butano, el homicida silencioso
Este doloroso accidente confirma de nuevo el riesgo y la inseguridad que supone el mal uso de las estufas por gas butano. La gravedad del fenómeno es conocida en Marruecos como el “asesino silencioso”, ya que en los últimos meses se ha cobrado la vida de más de 12 personas, entre ellas, estudiantes universitarios y familias completas.
Ya son muchos ciudadanos que reclaman la necesidad de tomar medidas urgentes para reducir este tipo de accidentes, realizando controles más exhaustivos sobre la venta y distribución de las bombonas de gas butano, y la necesidad de hacer campaña de concienciación ciudadana sobre los peligros de su uso incorrecto, así como exigir a las empresas distribuidoras unas condiciones de seguridad en la fabricación e instalación de los sistemas de gas.