La Ciudad Autónoma de Ceuta tendrá que sacar a concurso de nuevo el servicio de limpieza de todos sus locales y edificios después de que el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales haya estimado el recurso interpuesto por la empresa Trinitas contra los pliegos, en los que apreció una insuficiencia de presupuesto.
La administración licitó en noviembre ese contrato por 4,3 millones de euros IPSI incluido con un plazo de ejecución de cuatro años. El servicio mantiene cerca de cuarenta empleos a través de su actual prestataria, Clece.
La recurrente alegó que la Ciudad no tuvo en cuenta “los costes de uniformes, materiales, maquinaria, así como del material consumible como papel higiénico, papel secamanos y jabón de mano, así como el coste por sustitución de vacaciones de los trabajadores”. Tampoco consideró las actualizaciones salariales previstas en el Convenio Colectivo de referencia.
El Órgano de Contratación alegó que los costes de absentismo, maquinaria o materiales cabían en el 15% estimado para gastos generales y beneficio industrial y que el Convenio se había aprobado después de la elaboración de los pliegos.
El Tribunal ordenó rectificar el anuncio de licitación y sus pliegos rectores y la Consejería de Hacienda ha decidido desistir del procedimiento, al que solo había concurrido una mercantil (Limpiezas Ceuta) e iniciar la tramitación de uno nuevo.
El desistimiento de una licitación debe estar fundado “en una infracción no subsanable de las normas de preparación del contrato o de las reguladoras del procedimiento de adjudicación, debiendo justificarse en el expediente la concurrencia de la causa”.
La ley de Contratos del Sector Público sólo admite la renuncia a la celebración de un contrato “por razones de interés público que han de quedar debidamente justificadas en el expediente, no pudiendo promoverse una nueva licitación de su objeto en tanto subsistan las razones que se alegaron para promover la renuncia”.