De aquel secuestro del pesquero 'Alakrana' en el Índico, consumado en 2009, conviene extraer conclusiones para no repetir errores, en este momento en el que se demanda la acción de la Armada en la lucha contra el Narcotráfico.
Aquel equipo de F.G.N.E. de Infantería de Marina, que permaneció alerta en el despliegue de la Fragata 'Canarias', requerido para participar en el rescate de los pescadores secuestrados por los piratas, regresó a España sin hacer uso de su preparación para liberar a los prisioneros del buque.
Las instrucciones de pagar a los delincuentes en lugar de hacerles frente, debió partir de alguien con autoridad suficiente. Cobraron, escaparon y de alguna manera consumaron la humillación.
Las dotaciones de las Fragatas 'Canarias' y 'Méndez Núñez', los Infantes de Marina desplazados y los miembros de las unidades aéreas embarcadas en los buques, se limitaron a ejercer de espectadores ante la falta de órdenes contundentes emitidas por el JEMAD Julio Rodríguez.
Si no se establece un ROE proporcionado para luchar contra los narcotraficantes, la acción coordinada entre la Armada y la Guardia Civil no conseguirá sus objetivos a corto plazo.
Los Delincuentes de la Droga, que cruzan el Estrecho, anteponen la Eficacia a la Burocracia.
Si pretendemos derrotarlos de inmediato, adaptemos los procedimientos en las normas de enfrentamiento.