Diferentes medios se hacen eco de las informaciones relativas a los ciberataques recibidos por compañías estratégicas y páginas webs de diferentes instituciones. Un problema recurrente dificilmente solventable.
Los “jackers” han tomado la iniciativa y se percibe la sensación de que nos movemos “a remolque” de sus intenciones consumadas.
A pesar de los esfuerzos de los expertos informáticos, los métodos mutan de igual manera que la cepa gripal cambia cada año.
La sensibilidad sobre el problema, cuando afecta a nuestra Defensa de una manera más o menos directa. Incluimos a aquellas compañías que prestan suministros a nuestras Fuerzas Armadas de manera variada. Proveedores estratégicos que cuentan con información de las peculiaridades de aquellos artículos que facilitan a nuestros soldados para mejorar su calidad en la prestación de sus servicios.
¿Compete al Ministerio que lidera Robles la Seguridad Informática de los Proveedores? Ahí queda la interrogante.
Se han mejorado los procedimientos, para la selección de fabricantes y proveedores de la Defensa, incidiendo en la transparencia de las contrataciones. Para ello, las compañías se han dotado de unos códigos de buenas prácticas de obligado cumplimiento.
Teóricamente, aquellos tiempos en los que los directivos de las empresas, aguardaban en el pasillo a que les recibiera el alto cargo del ministerio encargado de la Intendencia y el equipamiento, forman parte de la historia, de la misma manera que las hazañas de “Rinconete y Cortadillo”.
La picaresca clásica que describía con maestría Berlanga en “La Escopeta Nacional”, reflejaba la realidad Española de antaño.
Ahora, los procedimientos de auditoría interna resultan exhaustivos.
La “pena de telediario” resulta demoledora sobre las empresas que ejercen prácticas dudosas para conseguir sus objetivos. El “Tito Berni” debe prevalecer cómo una excepción, evidenciando la efectividad de nuestra Benemérita en su resolución.
¿Imaginan a un proveedor de Defensa fabricando sus productos en un país que se encuentre fuera del “Paraguas OTAN” con el pretexto de ahorrar costes? Prefiero no pensarlo. Imaginen al enemigo con información de primera mano.