Se dice que en periodos de crisis se agudiza el ingenio. Políticos y gobernantes no son la excepción. Otra cosa será luego la voluntad y el acierto que se ponga en ello y lo que les dejen hacer las esferas superiores del poder para permitir que las iniciativas se hagan realidad.
A priori, el borrador definitivo con las 70 medidas prioritarias que anteayer fueron presentadas al Consejo de Gobierno, tras ser consensuadas con la oposición y con los agentes sociales para desarrollar el tejido productivo local, llaman a la esperanza. Que debió haberse hecho mucho tiempo atrás, que llegan tarde, cierto. A la fuerza ahorcan, que diría el refranero. A partir de ahora cabría exigir una actitud responsable y colaboracionista por parte de todos. En la encrucijada que se encuentra la economía de la Ciudad – 12.243 parados -, se impone remar en la misma dirección. Y que se pongan en marcha tales medidas. Ya mismo. No más discusiones, reuniones, demagogia o juegos políticos, no vaya a suceder que como con la reforma de ese Estatuto de Autonomía que sigue durmiendo en el sueño de los justos sin la posibilidad de convertirnos en Comunidad Autónoma.
Destaca en tales medidas la contemplación del turismo marroquí como un nicho económico de especial interés. Es un hecho indiscutible. Lo triste es que se remarque ahora potenciar ese objetivo cuando el vecino país acaba de estrenar su desarme arancelario con la UE. Así y todo, Ceuta, por su condición de ciudad europea, por su comercio y servicios, tiene mucho que ofrecer. Obsérvese cualquier viernes, o durante el verano, la afluencia de personas de esa clase media emergente marroquí por nuestras calles buscando tiendas y franquicias punteras, no digamos en épocas de rebajas. Hay que ir a más, aumentando en calidad y cantidad la oferta en todas las direcciones posibles. Que ese visitante sepa que encontrará aquí lo que busca y con variedad. En una palabra, una oferta comercial competitiva de verdad. Que acabemos con lo de la venta por catálogo o el vuelva usted dentro de equis días como tantas veces nos sucede. Que la Península no sea la solución para ciertas demandas de residentes y foráneos. Y claro, que esta ‘ciudad de compras’ sea capaz de mantener abiertos sábados y mayor número de festivos sus establecimientos.
Independientemente de propiciar la llegada de firmas y servicios, es urgente el tema de la frontera y sus accesos. Ni su actual aspecto es el de una frontera de la UE ni el de la propia entrada a la ciudad desde la misma, que más bien parece una continuidad de Castillejos en todos los sentidos. Si no hay dinero para ello porque no quisieron reformarla cuando se podía, búsquese éste en los fondos de cooperación transfronteriza de los que Marruecos nada quiere saber. Lo mismo que con la aduana comercial, para cuya consecución el apoyo y la mediación de la UE sería decisiva, visto lo visto.
Mirar y mimar a Maruecos, sí. Pero nunca como la panacea. Está de por medio su eterna y hermética reivindicación, sin olvidar que cualquier contratiempo en las relaciones bilaterales entre los dos países podría dificultar el deseable flujo para las dos partes. Hay que apuntar también, de firme, hacia otras estrategias. Comenzando por el propio puerto, para que sea de verdad “punto de escala bueno, barato y atractivo”. Siento especial tristeza cuando contemplo el imparable crecimiento físico del de Algeciras, su tráfico de contenedores y de servicios, mientras el nuestro, aún defendiéndose, está tan lejos de él, y al que el gobierno socialista le negó la ampliación de su tercera fase. Propíciense todos los incentivos posibles para que vuelva a ser ‘pulmón de la ciudad’ y veremos como por él respiraría, y bien, la economía local.
Y las Reglas de Origen. ¿Qué ha sido de ellas? Menudo fiasco. Lástima de ‘Alice’, que parecía la abanderada de una prometedora corriente de industrialización de Ceuta, dentro de sus limitaciones, claro. O del coche eléctrico, por cuya causa tanto abogó Carracao. O de las posibilidades de la instalación de pequeñas industrias relacionadas con las nuevas tecnologías. O del propio turismo peninsular, con nuevas iniciativas…
Es el momento, sí. A partir de esta próxima semana. Una vez sean ratificadas las medidas por la Mesa para la Economía. Que no se queden en meros proyectos o buenas intenciones, que de ello, por desgracia, históricamente, sabemos mucho. Pero tengamos claro que por más que trabajemos desde aquí por la causa, la llave maestra de muchísimas puertas está en manos del gobierno central. Tanto que se pregona sobre la receptividad del ejecutivo del PP para Ceuta, aquí quisiera ver ahora, de verdad, al gobierno de Rajoy.