Cerrar durante el periodo reproductor de la gaviota Audouin el tránsito por el sendero peatonal que discurre por el acantilado que está justo encima de
la playa del Sarchal, como ahora pretende la Consejería de Medio Ambiente y Servicios Urbanos de Ceuta, no es una idea nueva, sino que es una iniciativa que SEO BirdLife lleva desde 2018 pidiendo. Este pasado martes salía publicada esta iniciativa en el BOCCE por la que se prohíbe “de máxima urgencia” y “temporalmente hasta el 31 de agosto el acceso a la zona de acantilados del
Sarchal y por el sendero mediante la señalización y colocación de cartelería”. “Ya veremos si lo llevan a efecto y lo hacen cumplir dada la delicada situación de la colonia ya que el año pasado el decreto que firmó el consejero de
Medio Ambiente con esta misma medida se ejecutó, pero se hizo tarde. No se tomaron medidas para hacerlo cumplir y sentenció el último intento de cría”, advierten desde la entidad. Sin embargo, para el presidente de la Sociedad de Estudios Ornitológicos de Ceuta, Joaquín López Rodríguez, esta medida es muy positiva y necesaria para proteger una especie en peligro de extinción que “
tras echarla del puerto y de otros sitios, ha encontrado en el Sarchal un lugar en el que reproducirse”. De ahí la importancia de cerrar “para el hombre” este sendero en el que suele instalarse desde abril a agosto una colonia de “unas 100 parejas” que podrían tener cerca de 170 huevos, en el caso de la estimación más baja.
La presencia de gaviotas en el casco urbano no solo es molesta si no que además puede resultar peligrosa. Esto hace que “muchos incívicos se dediquen incluso a arrojarles cosas”, una situación que ya han denunciando en demasiadas ocasiones. Sin embargo, y “ante las críticas que se han visto en las redes sociales de personas que ni siquiera han leído el artículo”, hay que aclarar que las gaviotas Audouin no son las “patiamarillas que normalmente vemos en nuestros tejados y nos preocupan tanto”, sino que “son una especie diferente”. Una especie que Ceuta debería saber valorar, cuidar y apreciar. Se trata de un ave protegida que, prácticamente el 95 por ciento de su población, se reproduce en la Península Ibérica y en los territorios españoles del norte de África “porque todavía no se conocen colonias en Marruecos ni en Argelia, y sin embargo sí en Ceuta y Melilla”. “Su población reproductora está muy concentrada en un territorio que cada vez se ve más reducido por la influencia de la actividad humana y claro, tiene un grave peligro de que la población se reduzca a números peligrosos”. Asimismo, el presidente de la Sociedad Española de Estudios Ornitológicos de Ceuta ha insistido en que este año lo que hace es volver a plantear este tema, pero “con tiempo suficiente porque el año pasado ya era tarde porque se hizo a finales de junio o primeros de julio” y los meses de reproducción de estas aves van de abril a agosto. “Únicamente lo que se está prohibiendo es el acceso al acantilado. El acceso a la playa del Sarchal está garantizado y se puede entrar por normalidad tanto por el Recinto como por la cárcel de mujeres. Es solo una limitación de unos tres o cuatros meses a transitar por el acantilado en el espacio que hay entre las dos escaleras. No es para nada una locura ni nadie necesita ir por ahí. La gente puede ir sin problemas a la playa”, continuaba Joaquín López Rodríguez.