La familia de Zakaria Haddad, un joven marroquí dado por desaparecido en marzo de este año cuando cruzó el espigón del Tarajal para llegar a Ceuta, ha podido darle sepultura en su tierra.
Este lunes era encontrado e identificado su cuerpo en Alhucemas, después de que el pasado 11 de marzo sus familiares dieran la voz de alarma rogando ayuda para dar con él.
44 días después de su pérdida se ha cerrado esta historia asociada a la inmigración con el desenlace fatal de haber verificado su muerte.
Solo tenía 22 años
Su familia explica a este periódico que ha podido enterrarlo tras semanas intentando dar con él buscando conocer algo de su paradero.
Zakaria tenía solo 22 años y el día en el que buscó el cruce a Ceuta fue uno de enorme presión en el mar y condiciones adversas.
Natural de Rincón, vestía traje de neopreno cuando se echó al agua en un día en el que varios grupos buscaron el pase por uno de los espigones fronterizos que separa la ciudad autónoma de Marruecos.
Avisó a su familia que marchaba junto a otros jóvenes, pero nunca más se supo de él lo que hizo presagiar lo peor.
Esperaban unas noticias que nunca llegaron
Confiados esperaban tener noticias, esperaban que alguien llamara para informar de su paradero, o incluso el comunicando de que estaba a salvo.
Pasaron las semanas hasta que se les informaba de la localización de un cuerpo que ha podido ser identificado como el de Zakaria, facilitándose así su entierro en su propia tierra.
Amigos del joven y familiares han lamentado su pérdida. Es una nueva víctima de la ruta de los espigones, sin duda la más temeraria porque no solo ha causado muertes sino también ha dejado a desaparecidos en ruta de los que nunca más se sabe.
Bueno, y está noticia, en que nos atañe?
Porque no lee usted el The Washington Post