En toda esta terrible historia que ha rodeado al
crimen de Mohamed, que con solo 8 años fue asesinado en Ceuta muy cerca de su casa, queda espacio para una víctima colateral. Se llama Yusef,
vecino de nuestra ciudad y literalmente linchado por la turba de gente que le acusó en falso creyéndose jueces o
policías. A Yusef le hicieron fotos y las distribuyeron de forma masiva por
WhatsApp y Facebook, después le grabaron un vídeo sin su consentimiento –tiene una
discapacidad intelectual y a pesar de tener 37 años, como dice su hermana, “parece un niño de 10”-. Esa grabación apareció en redes sociales e incluso se difundió en un medio de comunicación digital. Para la familia todo aquello fue y sigue siendo “un infierno”, ya que tanto Yusef como sus seres cercanos son víctimas de “acoso”. Asegura que van a denunciar: primero al que sacó una foto a este joven y generó esa cascada de reacciones y, después, a los que sin consentimiento emplearon una grabación para mofarse o seguir alimentando esa corriente atentatoria contra su persona. Ya hay un detenido que está en prisión, que se enfrentará a una
petición de prisión permanente revisable por los delitos por los que se le investiga: agresión sexual a menor y asesinato. A pesar de ello, todavía hay personas que “se le quedan mirando a mi hermano”. “Solo queremos que lo dejen en paz ya, él no se puede defender y aun sabiendo que no ha hecho nada le siguen diciendo cosas. Queremos que lo dejen en paz y no lo humillen ni le peguen”. Esta familia ha pasado y pasa algo más que el infierno que reconocen padecer. A Yusef le dieron el otro día un puñetazo, así sin más, considerándolo culpable de lo que no ha hecho. Pero lo más grave tuvo lugar a finales de diciembre cuando no se solo se le había culpado sino que ya estaba condenado en la calle. Su hermana cuenta a este periódico que “le dieron una paliza hasta dejarlo inconsciente” en Arcos Quebrados. Aunque les instaron a denunciar no dieron ese paso para intentar olvidar y escapar de esta presión. El padre de Yusef está enfermo, presenta problemas respiratorios y aun así tiene que sufrir esta presión. Como él toda su familia. “Solo queremos que nos dejen tranquilos, que nos dejen de acosar”, insiste la hermana del afectado.
Agradecida por el trato que siempre han recibido por parte de la Policía Nacional por cómo siempre les respetaron, ahora que hay un detenido en prisión preventiva piden, como lo hace toda Ceuta, que se haga justicia y que se deje a la Policía trabajar hasta el final. A su hermano, lo dice sin reparo alguno, lo podían haber matado. “Toda Ceuta se creía que era jueza”, mientras “mi hermano no se podía defender” y ya le estaban etiquetando de “asesino” de un niño. Hoy siguen mirándole mal, siguen metiéndose con él. La familia pide un “basta ya” a esta situación. Ellos se han convertido en una víctima de esta historia, una víctima de esa masa social que cree lo que lee en redes, que comparte mentiras a través de whatsapp con lo que colaboran en aumentar esa falsedad. “Que dejen de acorralar a mi hermano, cuando lo vean en la calle que lo traten como una persona normal, no lo miren de otra manera. Que dejen de decirle cosas porque le intimidan, el pobre no quiere salir a la calle y el chico quiere hacer su vida. Queremos que lo vean como una persona normal, que no lo miren de otra manera… Le intimidan y se están pasando”, denuncia su hermana. La familia agradece además a todos los “amigos que han estado compartiendo, diciendo que no era él y pidiendo que dejaran de reenviar la foto”.