Yassine Ouhdadi está en racha. El atleta español de origen marroquí se colgó la medalla de plata en los 1.500 metros, clase T13 de discapacitados visuales, en los Mundiales de atletismo paralímpico que se disputan en el Charlèty de París (Francia).
Esta es segunda presea en el campeonato tras hacerse con el el oro en 5.000 metros el pasado lunes. El corredor nació con cataratas no operables en ambos ojos, que le han causado una ceguera total en el izquierdo y una parcial en el derecho. Por ello compite en las pruebas atléticas llevando unas gafas.
Ouhdadi, de 28 años, protagonizó una gran remontada en los últimos 300 metros de la carrera, en los que gracias a un cambio de ritmo en la última curva pudo ir adelantando a sus contrincantes por fuera, pasando de la sexta plaza a la segunda.
La victoria fue para el tunecino Rouay Jebabli, que paró el crono en 4:00.23, sesenta y ocho centésimas menos que Yassine Ouhdadi, que entró en meta en 4:00.91. El bronce se lo adjudicó el argelino Abdellatif Baka con 4:01.13.
De Marruecos a Tortosa
Llegó a España procedente de Marruecos, donde nació en 1994, cuando tenía seis años junto a sus padres y sus ocho hermanos y se instalaron en la localidad tarraconense de Tortosa, en la que su familia abrió una tienda de alimentación.
Estudió hasta los quince años pero lo tuvo que dejar para ayudar en casa aunque no le importó demasiado ya que le costaba mucho al no poder leer los papeles con facilidad.
El atletismo llegó a su vida a finales de 2014. Primero como una actividad más de ocio practicándolo por la montaña y el asfalto. Su talento no pasó desapercibido para el Comité Paralímpico Español, que lo reclutó para formar parte del equipo nacional, con el se proclamó subcampeón del mundo en 2019 en Dubai y campeón paralímpico en Tokio 2020.