Jalid se unirá al selecto grupo de deportistas ceutíes que saben lo que es estar en los Juegos Olímpicos.
Pero no todos lo ven con buenos ojos. No se equivoquen. A diferencia de Cospedal, Díaz-Flor, Guillermo Molina y, si no hay sorpresas, Lorena Miranda, Jalid no defenderá a España, jugará por el país vecino, Marruecos.
Para colmo, el sorteo ha querido que sean estos dos países los que se enfrenten en agosto, y nada menos que en Old Traffor, el ‘Teatro de los Sueños’ .
Con tanto intolerante en nuestra bendita ciudad, el que Jalid juegue con Marruecos es, para algunos, motivo de indignación, y ayer ya se pudo ver circulando por las redes sociales al personal bastante ofendido con el tema.
“¿Por qué no juega con España?” Es la pregunta favorita, la más absurda de todas, sin duda, como si Jalid, cuya calidad es innegable, pueda soñar con quitarle el sitio a jugadores como De Gea, Muniaín, Mata o Diego Capel, por poner unos ejemplos.
A Jalid le surgió la oportunidad de jugar por la selección del país de su padre, tenía las puertas abiertas a la internacionalidad, con el premio añadido de estar nada menos que en unos Juegos, y no la desaprovechó. Con un par.
Obviamente yo quiero que España le meta cinco a Marruecos, que para eso es la selección de mi país y quiero que gane el oro, pero otra cosa es acusar a Jalid por su elección, ya que al fin y al cabo lo único que busca es mejorar en su carrera deportiva.
No deja de ser un logro para el deporte de Ceuta, el mismo que el del antes marroquí Mohamed Marhum cuando se proclamó campeón de España junior y todos lo celebraron.