El Día de la madre. Una fecha para conmemorar a quienes nos entregaron, sin pedir nada a cambio, la vida. Una efeméride que recuerda a miles de mujeres que luchan diariamente para dar lo mejor a sus hijos. Como sucede en Ceuta.
Wafa Salmouni es el rostro de una de esas madres coraje que emplea todas sus fuerzas para mantener a su familia. Su ejemplo podría ser el de muchas otras.
Ellas, en silencio y sin alfombras rojas, se vuelcan en cuerpo y alma de forma desinteresada en sus hijos. Confiesa que no es tarea sencilla lidiar con la rutina en su hogar. Su mirada refleja esa parte real de la maternidad, lejos de los discursos que la romantizan y olvidan los momentos difíciles.
Alia, Karam, Akram y Mohamed Islam son sus hijos. Tres de ellos, los varones, presentan diversidad funcional. Su labor es encomiable y, cada día, se levanta para dedicarlo al completo a su bienestar. “Tengo una familia numerosa, tres de ellos con discapacidad. Es duro el día a día. Cada uno tiene su tratamiento. Hay que estar encima de ellos en todo desde que se levantan por la mañana hasta que se van a dormir por la noche”, señala.
Recuerda el nacimiento de cada uno de ellos como si hubiera sido ayer
Los sentimientos se entremezclan en sus palabras. Sus hijos le producen, sin lugar a dudas, felicidad, pero también otras sensaciones como la preocupación o el agobio. Tiene claro que ellos son el motor de su vida.
“Son lo mejor que tengo en el mundo. Por ellos lo hago todo. Me levanto día a día con fuerza para luchar y seguir adelante y verlos bien”, expresa, emocionada. Sincera y sencilla, Wafa destapa todas sus emociones con naturalidad, positivas o negativas, en torno a su maternidad.
El primer nacimiento fue el de su única hija, Alia. A pesar de los nervios del momento, lo recuerda como si hubiera sido ayer. Su rostro no puede evitar iluminarse cuando habla de este día. “Tenía miedo al parto. Luego, de tener a un bebé entre manos sin saber cómo llevarlo”, cuenta. Ellos han sido también de algún modo un reto y también una lección. “Diariamente se aprende algo nuevo”, añade.
La educación y la formación son los valores que inculca a sus hijos cada día
Fue un parto normal al igual que el de los mellizos, aunque este último tuvo que ser provocado. El de Mohamed Islam fue más complicado. “Fue una cesárea. Se complicó, también por mi edad”, comenta. “Lo he probado todo”, dice, entre risas. No existe un manual para ser madre. Se aprende, de cierta forma, sobre la marcha.
El tiempo ha transcurrido y, ahora, es una madre experimentada con cuatro hijos. Wafa tiene muy claro que lo más importante es educarlos y darles un futuro. Son los pilares que, cada día, les transmite con mimo y cariño.