Siempre he pensado que los problemas tienen mejor solución si se intentan resolver de forma sencilla, pues no es infrecuente que, enredando con elaboradas ideas de psicólogos, ensayistas, filósofos u otros traídos al caso, se provoque más confusión que luz al asunto. Además, como unos y otros los usan a discreción para una propuesta y su contraria, podríamos concluir que la proposición que nos hacen es falsa, aplicando el principio de no contradicción: puestos ya a citar a un clásico del razonamiento.
Por eso me resulta chocante tanto sesudo intelectual que, para defender o atacar ciertos planteamientos, en este caso la compra de una escultura, tiene que acudir a Maslow, Galeano o Aristóteles; llegando incluso a desarrollar la divisa que se proclamara en la revolución francesa. Más chocante todavía si se hace en pareja, y es que la política hace extraños amigos ¡Así nos va en nuestra tierra! Cualquier cosa la complicamos hasta extremos insospechados ¿Cómo será en caso y cosa más importante?
Para mí que este asunto estaba ya aclarado y cada uno puesto en su lugar: quien defiende la adquisición (apoyados de motivaciones culturales) y quien no por innecesaria y superflua (apoyados en carencia de otras necesidades). Quedaba patente entonces el capricho del poder, aunque fuera de tipo ornamental. Ahora, la verdad, estoy un poco confuso después de la última defensa del no; así que intentaré razonar sencillo buscando otras causas, a ver si no pierdo la perspectiva del asunto y puedo colaborar a tomar opinión.
Creo que hay razones locales que habrían justificado no gastar más dinero en asuntos como éste. Por ejemplo, a raíz del artículo de la controversia recordé que todos los días hay muestras para ello en los medios, poniendo de relieve nuestras necesidades y que, huérfanas de apoyos, corren delante de nuestros ojos sin encontrar solución. No sé el porqué de mostramos duros de oído y cortos de vista, para tomar conciencia y partido por las necesidades reales de nuestra ciudad. Lo decía la Directora en su columna ese mismo día, en referencia a los emigrantes fallecidos en aguas cercanas (cada uno en su particular diáspora de aproximación a un mundo que creen mejor); se escribía también sobre los argelinos y su deseo de salir de una ciudad que se ha vuelto a convertir, sin quererlo, en presidio de la Corona; o la protectora, que buscaba hogar para trasladar los animales, la mayoría de ellos fruto del abandono y la insensibilidad de sus dueños. Todos los días hay alguna causa que debería llamar nuestra atención ¡Anda que no hay motivos para emplear el dinero público de mejor manera que en esculturas!
Otra razón sería si hay actualmente necesidad de alguna más de iniciativa pública. Buena pregunta, y por ello no me resisto a hacer relación de las que nos han colocado en estos últimos años: sin preguntar y por parecer oportuno a quien decide, que para eso manda el político ocurrente o el técnico municipal avezado.
Para mí que el premio se lo lleva nuestro insigne Antropólogo por la cantidad, que no su calidad, tras la ocurrencia de retratar a los que alguna vez escribieron sobre Ceuta. Cada uno en su lengua que ahí está el mérito: así, griegos de hierático busto -por cierto las placas ya de imposible lectura- acompañados de gemelos Hércules de columnas en contradictoria acción (a falta de uno, dos); infante portugués que nunca viajó; árabe explorador (éste sí); notable indio y judío científico (las mejores con diferencia) ¡Ya estamos todos, así que contentos! Lo de los griegos estuvo bien: en aquellos días el autor nos los descubría con sus explicaciones como si, hasta entonces, no nos hubiéramos enterado de ello. No será porque nuestro cronista oficial anterior no se hartara de difundirlo y el Instituto de Estudios Ceutíes puesto por escrito.
Podríamos seguir relatando regalos o colaboraciones con instituciones, particulares y la propia ciudad (le invito a localizarlas): abanderado ecuestre, artillero, guardias civiles, legionario, regular, nazareno, constitución (tenemos tres, más que nadie: monolito con placa, mujer con niña y mujer con paloma), médicos (tres, uno por comunidad), convivencia, mujer en bivalvo (queda muy ordinario lo otro)… Amén de ocurrencias personales y graciosas (por la gracia y magnanimidad del Presidente de turno, no por chiste) pero de imposible justificación: pseudopicador (el patito se fue y no ha vuelto), pepe caballa (de dudoso gusto), volaores, columna reconvertida en jarra (¿a ver quién lo explica?), Apolo (la referencia estaba en el teatro Apolo, cual medallón en la pared frontal por encima del bambalinón y no éste). Todas ellas en la ciudad y hay unas cuantas más por el campo cercano y cementerio. Todo un elenco de arte y derroche para 21 Km cuadrados; algunas de dudosa factura por su escasa belleza en la hechura, pero de cierto alto coste.
Visto esto concluyo que más valdría hacer que la vida de los ciudadanos, ya sean propios o ajenos (animales incluidos en cada una de las categorías) se desarrolle con menos dificultad y lo más dignamente posible, en eso tenemos que invertir y como no, en nuestro litoral, nuestros montes, en plantar árboles y setos, en suma en naturaleza. Este habrá de ser nuestro mejor patrimonio, que no realizar gastos innecesarios como éste que, en estos momentos, se me antoja muy alejado del interés general: en suma, ficticio ¡Seguro que nos iría mejor!
Se acerca la cena de Nochebuena. Ese día en el que las familias de Ceuta…
Las aseguradoras tendrán hasta el 15 de enero de 2025 para presentar ofertas para proporcionar…
Un año más, el Centro Penitenciario se convirtió en el escenario del ‘Torneo de Navidad’…
La Selección de Ceuta Sub-12 femenina de fútbol sala ya ha comenzado a preparase de…
El fin de semana ha dejado cifras importantes de tránsito por la frontera del Tarajal…
El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, ha valorado la aprobación, hoy, en el Consejo…