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‘Factoría Nocturna’ es el proyecto de varios jóvenes ceutíes, un grupo de rap que con una corta vida aglutina cada día a mayor número de seguidores
Una de las máximas más extendidas cuando se habla de música en España es que esta no refleja ni cuestiona la realidad. Y es cierto, la mayoría de canciones que copan las famélicas listas de ventas y artísticas emisoras de radio apenas sirven para explicar el país en que vivimos. Pero solo hay que darse un garbeo por Youtube para encontrar cientos de vídeos en los que jóvenes raperos ponen banda sonora a la situación actual: la del segundo país europeo en el que más han crecido las desigualdades, la del país con un 50% de paro juvenil, la del país de los desahucios, la corrupción sistémica y la inmigración estigmatizada. Esa es la esencia, el fundamento y el núcleo de ‘Factoría Nocturna’. Un grupo de cuatro jóvenes ceutíes, con Sergio Martínez e Iñaki Martín como voces del mismo, que con una breve trayectoria como ‘youtubers’ ya aglutinan a unos pocos miles de seguidores, posicionándose como los raperos más seguidos y escuchados de la ciudad.
Con tan solo 17 años a sus espaldas los chicos están totalmente concienciados de la sociedad en la que les ha tocado vivir y los cambios que desean conseguir. Con una afición al rap que les viene desde la infancia, sus caminos no se cruzaron hasta la etapa en el instituto. Allí descubrieron que el rap no solo se puede escuchar, también se puede hacer, escribir y cantar. La afición traspasa los muros escolares hasta reuniones donde versan, componen bases y plantan la semilla de ‘Factoría Nocturna’.
Por el grupo dejan su estela muchos jóvenes, pero aquellos que ven el rap como algo más que un juego son los que deciden impulsarlo. No es un proyecto de futuro porque “en España hay muy pocos artistas que puedan dedicarse al rap y mucho menos, en Ceuta”, dice Martínez. Pero se ha convertido en una plataforma para descargar y con la que experimentar todo ese arte que guardan y, a la vez, también un medio de difusión para “abrir los ojos a la sociedad, y a los jóvenes de la ciudad”, comentan.
Ellos son el ruido dentro de una juventud pasiva que, en su opinión, “todo le da igual y va a lo fácil”. Pero también la voz de aquellos que se encuentran “encerrados” en una ciudad sin oportunidades. “La mayoría de los jóvenes de nuestro entorno quieren irse, de hecho, saben que deben irse porque en Ceuta no van a evolucionar”, atestigua Martín. A su vez se sienten engañados, defraudados e impotentes ante un poder al que “poco o nada” le importa la juventud. “En esta ciudad existe una pésima organización entre aquellos que ostentan los altos cargos. Por poner un ejemplo, el propio jefe de Policía desconoce que en la vía pública no se pude hacer botellón. Me parece algo pecaminoso”, declara Martínez.
Siete meses en Youtube en el canal que lleva el mismo nombre del grupo recoge varios miles de adeptos. A ellos les parece “una locura que nos escuche e incluso nos pare por la calle gente que ni conocemos”. Pero hay algo positivo en ello porque la música y el mensaje está llegando. Sin verlo como una forma de vida, los jóvenes tienen varios proyectos para un futuro próximo, aseguran que les encantaría subirse a un escenario, pero en la ciudad “todo son trababas para ello”, además de por la escasez de locales destinados a este fin. No obstante se muestran positivos y están convencidos que “de este año no pasará”. Su trayectoria fluye a un ritmo vertiginoso, van a intentar colarse en el cartel de los festivales locales y, echando un vistazo a su trayectoria, pocos dudan que ese sueño en poco tiempo pueda ser una realidad.