Vivas lleva mucho tiempo preparando esta ronda de reuniones con altos cargos del Gobierno de Mariano Rajoy. En esta jornada de lunes se topaba con los dos pesos pesados más importantes porque, en definitiva, son los que manejan los fondos y sin fondos, todos sabemos que es imposible poder construir cualquier edificio. El presidente, tanto a la vicepresidenta del Gobierno como al ministro de Hacienda, les ha puesto encima de la mesa el impacto que el hecho fronterizo tiene para las arcas autonómicas y que suponen desviar fondos que deberían ser empleados para otras cuestiones más directamente relacionados con los ciudadanos de Ceuta. Ha cifrado ese impacto en once millones de euros, de los cuales cinco corresponden a competencias municipales (gastos de Policía Local y recogida de basura) y otros seis a competencias autonómicas (menores no acompañados y servicios sociales). Para ambos ha pedido una solución, una solución que pasa, desde luego, en el primero de los casos por una fórmula imaginativa dentro de los acuerdos entre ambas administraciones y el segundo en las negociaciones que se abrirán en los fondos de financiación autonómica. La pica ya está puesta. Ahora lo que queda es seguir negociando y ahí a Vivas nadie le gana en saber dar explicaciones y convencer. Hoy seguirán los contactos con la ministra de Defensa y el ministro de Educación y Cultura. Ya son cuestiones más concretas, pero quienes manejan los cuartos del Gobierno ya saben lo que quiere Ceuta.