Galardonados
Junto a los galardonados, también se dieron cita en la quinta planta del Hotel Tryp un gran número de familiares de los homenajeados, a quienes el propio presidente de la Ciudad Autónoma iba felicitándolos de manera personal a la vez que les entrega la placa. Un acto que tuvo una duración aproximada de veinticinco minutos y que por supuesto y más en una época de crisis como la actual sin ningún tipo de ágape al final. Lo cierto es que se trataba de lo que fue, un acto sencillo y entrañable para homenajear a quienes llevan ya como mínimo cinco lustros de trabajadores en la Ciudad Autónoma y en otra parte treinta y cinco y que se encuentran ya en algunos de los casos a las puertas de la jubilación en sus respectivos puestos.
Sin representación sindical en los salones del Tryp
Aunque alguno pudiera estar mezclado entre los galardonados y los familiares de los mismos, se echó de menos en este acto que se celebró en la quinta planta del Hotel Tryp a la representación sindical de los trabajadores del Ayuntamiento, en relación a los tres sindicatos que tienen el mayor número de delegados. Y más en un acto que no tiene nada de político, sino en todo caso de reconocimiento a la labor de unos funcionarios en sus respectivos puestos de trabajo.
La secretaria general y el tesorero, entre los galardonados
En unos días en que los funcionarios de mayor nivel de la Ciudad Autónoma han sufrido las críticas no solamente de representantes políticos diputados en la Asamblea autonómica, se dio la circunstancia de que dos de ellos recogieron ayer sus respectivas placas por los veinticinco años de actividad al servicio de todos los ceutíes. Por un lado, estaba la secretaria general de la Asamblea, María Dolores Pastilla, y por otro lugar el actual tesorero de la Ciudad, Emilio Lozano. A la primera de ellas se le ha criticado de manera injusta en algunas ruedas de prensa y al segundo después de haber firmado con el interventor de Fondos el informe que establece que la empresa Urbaser no ha cobrado ni un solo euro más de lo que figuraba en su contrato. Por otro lado, cabe destacar que entre los funcionarios que recogieron su placa y que tienen más de treinta y cinco años de actividad se encontraban en su mayor parte miembros de la Policía Local casi en un ochenta por ciento. A lo largo del tiempo que duró el acto, que como hemos dicho antes no superó los veinticinco minutos, al presidente se le vio muy cómodo con todos ellos, porque no olvidemos que como ha manifestado en un gran número de ocasiones, el mismo recuerda que es un funcionario de la Casa, donde lleva más de treinta años realizando sus funciones, aunque en los últimos doce en labores políticas más concretas.
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