El pabellón de La Libertad y Santa Amelia echaron el cierre con su consiguiente traslado de internos. Tanto marroquíes adultos como menores no tutelados por la Ciudad fueron llevados a la nave del Tarajal y a Piniers, respectivamente. Pero hay personas que no quieren estar ni en uno y en otro lugar, sencillamente porque su objetivo principal no es otro que escapar de Ceuta rumbo a la Península.
Así, las escenas en las escolleras del puerto, convertidas en habitáculos improvisados, se vuelven a repetir. Estos marroquíes no quieren bajo ningún concepto oír la palabra Marruecos. No piensan volver a su país y por eso huyen de los albergues y se esconden en el entorno portuario con el único deseo de poder cruzar el Estrecho y tener un futuro mejor lejos de su país.
Ellos no quieren regresar de una tierra de la que huyeron. No quieren estar en un país que no les augura un buen futuro y por eso buscan la solución en otro lado, quizás más desarrollado pero que también sufre el revés del paro. Estos marroquíes han vuelto a acampar por las distintas escolleras del puerto. Son auténtico malabaristas para colocar colchones entre las rocas y protegerse con una mísera manta del frío y del viento que allí sopla sin cesar. Incluso disponen un sofá con vistas al Estrecho, ese mar que quieren cruzar a toda costa.
Materiales de todo tipo pueden encontrarse en unas escolleras que cada vez cuentan con más marroquíes que se esconden de las batidas policiales. Solo buscan el momento oportuno de poder colarse en un camión que embarque en el ferri con dirección a Algeciras. No se piensan mover de ahí y lo intentarán una y otra vez hasta poder conseguirlo o desgraciadamente dejen su vida en el intento.
El lugar es insalubre se mire por donde se mire. La basura se acumula en el lugar que parece el rincón olvidado de nuestra ciudad. En estas escolleras viven personas, vidas humanas, con sentimientos y con la única esperanza de querer vivir dignamente. Ni España ni Marruecos se ponen de acuerdo para buscar una solución a un problema que padece la ciudad y que cada vez se hace más evidente.
No se van a mover de las escolleras por mucho que se repita el mensaje de la repatriación porque ellos no son partidarios de volver a sus orígenes y las escolleras vuelven a presentar, poco a poco, el mismo panorama que antes de la pandemia del coronavirus.
Solo pensemos por un momento, como hemos estado durante la cuarentena? Sin un mena por la calle, sin un migrante dando problemas en el puerto. Pues así quiero que sea mi ciudad.
El problema es que nadie y me refiero a la clase política, no quieren dar solución al problema que tenemos en esta ciudad.
nunca debieron entrar en ceuta, nunca debieron permanecer en ceuta.Si tienen problemas en su pais, que lo solucionen. Repatriacion pero a Oujda o sino al antiguo sahara español que alli le dan muchas oportunidades. aqui no queremos mas pedigueños, ladrones, pagapensiones y sinverguenzas, con los que tenemos ya nos bastan.
Somos una ciudad cloaca, entre menas, gente dando de comer a los gastos, gente no usando papeleras, menuda vergüenza...
¿Alguien imagina una situación así en Málaga? ¿en Cádiz? ¿Barcelona?
Aquí en Ceuta a aguantar ser la cárcel de inmigrantes de los peninsulares.
La suciedad, los problemas socio sanitarios, de violencia, drogas que esta situación produce para los ceutíes nos las han creado desde Madrid.
Todo sea para que se pueda seguir paseando por el paseo marítimo de Málaga este verano sin que le molesten a uno.
Y después saldrá el funcionario peninsular que se va todos los viernes a su aldea de Cádiz, soltar la gracieta que sin su dinero los ceutíes no nos mantendríamos.
Prefiero que él o ella se vayan a su pueblo y se lleve a todos estos a su pueblo, a tener que permitir perder parte de mi ciudad.