De la noche a la mañana nuestras vidas cambiaron. Se nos hizo familiar un nombre: coronavirus. Vino para quedarse y lo hizo de la forma más agresiva. Destrozando familias, llevándose a seres queridos, haciéndonos ver que, sencillamente, no somos nada. En mitad de ese camino, de lo desconocido, se quedaron cuatro ceutíes. No pudieron superar la enfermedad.
Dejaron maridos, mujeres, hijos, nietos, amigos… dejaron huecos en medio de una psicosis colectiva que parece haber terminado para muchos. No hay que bajar la guardia. Juntos ganaremos la batalla. ¿Lo recuerdan? Son lemas gestados en mitad de una unión social que ha evitado más muertes. Es de justicia que hoy pongamos rostros a Carmen, Samra y los dos Juanes.
Carmen, la vecina más luchadora
Carmen Raya tenía 81 años. Era una mujer fuerte y luchadora. El virus se la llevó el 5 de abril cuando estaba ingresada en el Hospital Universitario de Ceuta. Esa misma tarde los aplausos sonaron con fuerza en los Grupos Alfau, la barriada por la que había luchado. Fue presidenta de la Asociación de Vecinos, pero también fue madre, abuela, vecina y trabajadora incansable en el antiguo Hospital de la Cruz Roja como celadora.
Su muerte supuso un auténtico mazazo para todas las personas que le conocían, que eran muchas. Las estadísticas constituyen la muerte de los sentimientos y en esto del coronavirus han abundado las cifras y han faltado las emociones. A Carmen se le etiquetó como la número 3 en el grueso de muertes y como otra más en el cómputo global difundido por el Ministerio de Sanidad que supera ya los 350.000 muertos. Hoy, cuando todo el país inicia los diez días de luto oficial, el más largo de la democracia, Carmen, Samra y los dos Juanes -Rodríguez y García- quedan en el recuerdo de sus familiares directos que tratan de superar el día a día sin su presencia. Para ellos son algo más que una cifra.
La Federación de Vecinos y los Grupos Alfau en particular no la olvidaron: visibilizaron el cariño sentido con pequeños comunicados en prensa; en los balcones asomaron los crespones negros y en las redes sociales fueron cuantiosas las muestras de pésame, recordándola mucho por su trabajo en el antiguo Hospital de la Cruz Roja, donde estuvo toda una vida.
Samra, solo 27 años, un auténtico mazazo
Carmen agotó sus días en el Hospital. El virus la mató como también lo hizo con Samra. A ella el 6 de abril, cuando permanecía en la UCI. Tenía solo 27 años. Dejó una niña pequeña, de solo 3, y una familia rota. “Era una mujer maravillosa”, decía su marido Morad, quien recordaba cómo había iniciado los estudios de Magisterio, en la especialidad de Educación Infantil y cómo tenía cursos de maquilladora, yendo por casas para atender a sus clientas.
La muerte de Samra fue un auténtico mazazo para toda su amplia familia. Además su juventud causó un fuerte impacto social, en ese errático pensamiento que sostenía que esta enfermedad se cebaba solo con determinadas personas de una edad más avanzada. Su familia anunció la presentación de una denuncia por presunta negligencia contra el Ingesa, después de que los síntomas de Samra fueran claros durante días y o bien no se le hicieran las pruebas o bien no se tuviera en cuenta los avisos desde su entorno familiar.
Ingresó en la UCI, lugar del que ya no salió. Se agotó su vida demasiado pronto y las condolencias de todos los que la querían, de sus amigas más próximas o de sus seres queridos, inundaron las redes sociales.
Juan Rodríguez y Juan García, amigos hasta el final
Con una semana de diferencia, y además el mismo día –un viernes-, fallecían Juan Rodríguez y Juan García. Jubilados del Cuerpo Nacional de Policía, amigos, vecinos inseparables. Ellos fueron las primeras víctimas en Ceuta del coronavirus. Con una semana de diferencia, tras haber compartido ingreso hospitalario, perdieron la batalla contra el bicho.
Su historia, narrada con la mayor de las emociones por su familia, impactó a todos porque solo este enemigo invisible fue capaz de romper la unión de dos personas que siempre habían ido de la mano. Residentes en el bloque de Juan Carlos I que tuvo que ser aislado –el número 34-, su vida fue una, compartiéndola hasta el final. El viernes, el día en que murieron, era su preferido de la semana, era su día. Muchas veces la vida viene cargada de detalles que en el caso de estos dos ceutíes fueron determinantes. El 27 de marzo murió uno, el 4 de abril el otro. Fueron dos personas admirables, recordadas por dos familias que siempre estuvieron unidas y ahora mucho más. La Policía Nacional, el Cuerpo al que entregaron sus vidas, también rindió su homenaje a las puertas del bloque 34.
Último homenaje
Todas estas familias tuvieron que despedir a Carmen, a Samra y a los dos Juan de forma aislada. Y es que este virus ha sido cruel hasta el final, imposibilitando la celebración de entierros con las familias presentes, impidiendo que estuvieran unidos en el último homenaje. Ni siquiera eso pudieron tener. Por eso, hoy, cuando las fases evidencian un relajamiento social, cuando hay quienes piensan que el virus ya se ha ido, cuando se incurren en faltas de respeto que pueden derivar en rebrotes no hay que olvidar que cuatro familias quedaron rotas por culpa de un enemigo invisible, por un enemigo contra el que nunca hay que bajar la guardia, por un enemigo que hasta que no toca de cerca no provoca temor.
En el caso de la pobre Samra que descanse en paz, se puede estudiar el fracaso del sistema de salud espanol. La han dejado sin tratamento hasta fue demasiado tarde. Espero que su familia pone el caso ante los tribunales.
Falta de tests, material de proteccion. En Alemania 2300 personas que trabaja en hospitales se han infectado con corona. En Espana 50.000. En Alemania han muerto 8300 personas, mientras en Espana 28.000.
Como puede ser eso?
El dia 8.3. las manifestaciones de feministas en Madrid, Bilbao y Valencia han sido los "hot spots" de la enfermedad. En esa fecha Europa entero ya estaba en panico de corona. Sanchez/Iglesias son los responsables que han animado dichas manifestaciones. Se oculta los hechos. Dimision ya.
Las residencias tercer edad durante semanas sin proteccion niguna.
La mala gestion de la pandemia ha causado la mayoria de victimas. En Suecia nunca habia confinamiento, ni cierre de colegios ni cierre de bares. Pero tiene mejor estadistica que Espana. Como puede ser?
Descansen en paz las personas que han perdido la vida por esta maldita enfermedad y mi mas sentido pésame para todos sus familiares.
¿Pero esto que es o estoy tonto o tenemos un repunte?
Mano dura con los que se hayan saltado el confinamento y den lugar a este aumento de contagios.
¿Y cuantos de ellos son los supuestos positivos de la COMGE?