Además de porteadores que intentan cruzar por la aduana del
Tarajal, los
colapsos derivados de las restricciones dejan lo que se denomina ‘daños colaterales’ a ambos lados de la frontera. En Ceuta, hay quienes han desistido de acudir a
Marruecos. Incluso también quienes han sufrido en sus propias carnes, o mejor dicho vehículos, la ira de quienes están bloqueados. Es el caso de un ciudadano de Ceuta a quien el miércoles le rompieron dos lunas de su coche. Hay quienes ni se atreven a cruzar a pesar de tener que realizar trámites en el vecino país. En Marruecos, muchos ciudadanos ven cómo se les trata de manera injusta porque llevan días intentando entrar en Ceuta para realizar trámites y no pueden. Como Y.S., quien confiesa llevar dos semanas intentando pasar con el objetivo de poder realizar un trámite en la Seguridad Social. Como él, natural de Tetuán, hay más marroquíes que necesitan acudir a bancos, médicos o incluso Correos y no han podido pasar el filtro. Delegación del Gobierno ha recibido quejas por escrito de algunos afectados. Es el caso de este tetuaní que ha puesto de manifiesto que ha tenido que aplazar varias citas con la Seguridad Social por motivo del colapso fronterizo. “Ya se me acaba el plazo”, advierte. “Me gustaría saber por qué se nos trata así”, añade. “Yo por ejemplo no ejerzo el porteo, estoy en mi pleno derecho de entrar a Ceuta, no entiendo las medidas de generalizar, sinceramente me parecen algo racistas”, concreta. En esa queja detalla que, al menos en su caso, ha solicitado a los agentes españoles en frontera que le den un acta de denegación de entrada “que ponga que son órdenes de Delegación como decía él para poder justificar mi falta de presentación de documentos. Pero se negó”. “No es ninguna falta de respeto, pero no somos mendigos ni pedimos limosna, hay leyes y acuerdos internacionales que hay que respetar. Comprendo la decisión de combatir el porteo, pero la decisión de tachar a todo el mundo de porteador no tiene ningún sentido, me parece un acto de represión”. Como el caso de esta persona hay muchos más. Todos los que puedan entrar en el pensamiento de quien está sufriendo la falta de conexión. Hay quienes no pueden enviar o recoger pedidos que les envían familiares, los hay que tienen seguros médicos privados en Ceuta y no pueden acudir… Y también asoman sencillamente los vecinos de uno y otro lado, los familiares que no pueden comunicarse. En el otro lado de la moneda asoma la economía sumergida, la que representan todos aquellos trabajadores sin papeles que tienen servicios en Ceuta y a los que no se les deja cruzar. Las quejas evidencian el elevado número de personas que presta servicios de todo tipo, sobre todo del hogar, que no están regularizadas. Si no presentan su documentación no pueden cruzar el espacio fronterizo. España y Marruecos parecen ir de la mano en este objetivo de reorganizar todo el flujo del comercio, aunque esto cueste más de lo esperado y se dé pie a una problemática mayor en la que pagan justos por pecadores, como dice el refrán.
La restricción en frontera bloquea a miles de personas entre Ceuta y Marruecos