Un grupo formado por 25 menores extranjeros no acompañados (MENA) ha partido este miércoles por la mañana a la Península, en concreto a Valencia, en donde serán acogidos en base al acuerdo alcanzado con las distintas comunidades autónomas. Un acuerdo nacido de la petición cursada por Ceuta tras las entradas masivas de marroquíes que terminaron por colapsar los sistemas de acogida a menores. Una petición para que buena parte de los menores marroquíes y subsaharianos que estaban tutelados por la Ciudad en el centro de La Esperanza puedan ser atendidos en otras autonomías, hasta un total de 200.
Ana Chueca
Así, desde primera hora de la mañana han ido llegando los menores en pequeños grupos hasta formar los 25, el mayor de todos los que han salido hasta la fecha a destinos dispares como Extremadura, Galicia, Barcelona o Andalucía. Han partido en el primer barco que hace ruta con Algeciras, que parte a las 06:30 horas, rumbo a tierras valencianas en donde pasarán a formar parte de la red de atención del gobierno a los menores. Poco a poco y cada semana irán saliendo nuevos grupos, dejando espacio en 'La Esperanza' para acoger allí a otros niños que ahora están acogidos en los centros provisionales de Piniers o Santa Amelia.
Detrás de estos chicos hay historias que deben ser conocidas. Marchan estudiantes que durante el tiempo que han estado en Ceuta han aprovechado para aprender español y formarse en centros de la ciudad. También se marchan deportistas que han participado de todos los eventos organizados por el centro de Hadú, gracias al equipo que trabaja con ellos y que resulta clave para la integración social de todos ellos. El pasado mes de mayo Ceuta se vio desbordada por la entrada de 1.200 niños, lo que llevó a adoptar medidas de urgencia entre las que se incluye esta, contando con la participación voluntaria de comunidades que han fijado el cupo de menores que pueden atender. Durante años el centro de La Esperanza ha trabajado con todos ellos desde que cruzaron la frontera para llegar a España hasta que ahora dan un paso con este traslado a la Península. Atrás dejan un camino difícil.