La víctima, de casi 21 años, sufrió en su portal tocamientos de un individuo “muy sucio” cuando volvía de llevar a su sobrino al colegio
Los vecinos y empresarios de San José-Hadú han trasladado al presidente de la Asociación de Vecinos, Hamido Mohamed Selam Frugui, su preocupación por la seguridad en la barriada. Esta demanda ha llevado al portavoz del vecindario a reclamar a las autoridades mayor presencia policial en las calles porque se sienten “acosados”. Una petición que se ha acentuado tras varios hechos deplorables, el más grave, la agresión sexual a una mujer que viene a sumarse a las sucedidas en otros puntos de la ciudad.
Los robos mediante tirón, ya sea del teléfono móvil, directamente de la cartera cuando van a dar limosna o del bolso del carro de un bebé, están, por desgracia, a la orden del día en la barriada, como solo denuncian verbalmente los habitantes de la zona ya que son pocos los que la formalizan en la Jefatura Superior de la Policía Nacional “por miedo”. Sin embargo, este último caso de violencia sexual ha hecho que las circunstancias pasen de castaño oscuro ya que la finalidad no era el robo: ella tenía el teléfono móvil encima y ni lo tocaron.
Pese a la angustia que le produce rememorar lo ocurrido el pasado 15 de febrero a las 9.00 de la mañana, Sara Ahmed, del Grupo Bermudo Soriano, rompe su silencio porque espera que su testimonio mueva conciencias. Esta joven de casi 21 años fue acorralada por dos individuos varones en las escaleras del edificio donde se encuentra la vivienda familiar cuando regresaba de dejar a su sobrino en el colegio.
Allí, uno de ellos arrinconó a la ceutí contra la pared y empezó a tocar sus partes íntimas por encima de la ropa mientras ella estaba de espaldas, como recoge la denuncia interpuesta ante la Policía Nacional y a la que tiene acceso este periódico. Luego, el agresor le dio la vuelta y repitió los mismos abusos sin que, en ningún momento, éste introdujese su mano en el cuerpo de la víctima. Mientras tanto, el otro individuo vigilaba la puerta del portón y en ningún momento le hizo nada.
Fue en ese instante cuando la mujer intentó defenderse, empezando un forcejeo con este hombre y a gritar muy fuerte, lo cual hizo que ambos individuos emprendiesen la huida. Los vecinos, incluso su propia familia, escucharon las voces, sin embargo, por la hora, pensaron que era el barullo propio de los niños que van camino del colegio.
La joven subió corriendo a su casa, pegando en la puerta y el timbre presa de los nervios. Su madre fue quien le abrió y, pese a la confusión inicial, pudo entender a su hija y salió a la calle por si veía a los sujetos que la joven le había descrito de forma atropellada. Pero no halló ni rastro de los agresores.
La víctima desconoce quiénes eran porque el agresor cubría su cara con una braga que le tapaba la mitad del rostro, mientras que el cómplice llevaba puesta una capucha y en ningún momento pronunciaron palabra. Solo pudo ver el perfil de quien perpetró los tocamientos cuando ella entró en el portal a su regreso del colegio y ellos estaban en el ascensor. Sin embargo, asumió que sería complicado reconocerles. Hubo un detalle que la agredida sí fue capaz de retener: ambos iban “muy sucios”, “olían”, vestían de “modo deportivo” y sus edades oscilan “entre los 18 y 22 años”.
Vecindario y empresarios están preocupados por un grupo de extranjeros
En su entrevista con este periódico, la joven en ningún momento acusó de esta agresión sexual a colectivo a alguno o a personas por su lugar de origen. Postura distinta es la que mantienen los vecinos y comerciantes que han comunicado su malestar a la Asociación de Vecinos de San José-Hadú, porque perciben que un grupo de extranjeros –identificados como argelinos– ha traído consigo ese clima de inseguridad a la barriada, lo cual no significa que los autores de la violencia ejercida sobre la joven pertenezcan a ese grupo, matizan. En cualquier caso, aclararon, su denuncia pública no tiene un sentido racial o xenófobo.
En la calle José Santos Vilela, Romero de Córdoba, Teniente Coronel Gautier y el área comercial El Coso, varios vecinos expusieron su “temor a que los niños acudan sin compañía de adultos a clases particulares por las tardes” y hablaron de “reacciones desagradables” cuando han declinado sus servicios como aparcacoches o para llevar las compras.
Estas mismas personas aseguran haber entablado conversación en más de una ocasión con estos extranjeros con quienes empatizan por la situación de la que escapan en su país de origen, pero a quienes también solicitan un comportamiento cívico. Algunos explican su presencia en San José-Hadú por las “batidas de las fuerzas de seguridad en el Puerto” y otros a que algunos establecimientos, por caridad, les dan “sobras” de su actividad.
Por otra parte, la agredida y su familia agradecieron la labor policial en su caso y la atención “impecable” que recibieron de los agentes.
Frugui: “No hay ni un policía de 16.00 a 19.00 horas”
El presidente de la Asociación de Vecinos San José-Hadú, Hamido Mohamed Selam Frugui, lamentó que la barriada esté "desprotegida" por las tardes ya que, aseguró, "no hay ni un policía de 16.00 a 19.00 horas". Una ausencia que no se ciñe a la actualidad, indicó, sino que viene "desde hace tiempo" y está provocando, advirtió, "que la gente solo va a comprar por las mañanas porque tiene miedo de bajar por las tardes" con el perjuicio que supone para los comercios. El portavoz del vecindario valoró que la UIR de la Policía Local esté presente de 19.00 a 22.00 horas, pero solicita una dotación policial "permanente" en la barriada.
Este representante vecinal explicó la situación a un responsable de la UPAC la semana pasada y está a la espera de que el superintendente Sebastián Vega le reciba para poder exponerle los problemas de San José-Hadú, donde la quema de vehículos es también una constante en la zona de Huerta Téllez. Los vecinos, que indican que apenas ven a Policía Nacional en sus calles, son conscientes de la carencia de efectivos en Ceuta pero piden soluciones a las autoridades competentes.
En el solar de la plaza Nicaragua, en los bajos de la obra abandonada se concentran decenas de idocumentados da miedo salir incluso de dia, de noche es increible la cantidad de indocumentados aue hay, esto es insoportable los vecinos estan atemorizados