La preocupación reina en los bloques que componen la comunidad de General Carvajal. Y es que a raíz de unos desperfectos causados por los últimos temporales, se han percatado de que nadie se hace responsable de su arreglo y reivindican que las 40 familias que allí viven, ni siquiera son propietarias de las viviendas que habitan. Esta situación es la que les está generando cierta inquietud, después de darse cuenta del “limbo legal” en el que se encuentran al no figurar como propietarios.
Uno de estos vecinos, explica a El Faro, que ha estado investigando al respecto y descubrió que las edificaciones, en las cuales se albergan estas 40 viviendas, fueron construidas por un patronato de la iglesia, con la finalidad de alojar en estas casas a las familias que vivían en el ya extinto barrio de San Antonio, para así dotarles de una casa y que dejaran las “barracas” en las que estaban viviendo. Una vez construidas se les entregó la llave, pero no tiene ningún documento que acredite su propiedad, sólo que mantienen el derecho al usufructo de las casas.
Esta situación también conlleva a que no paguen por el Impuesto por Bienes Inmuebles (IBI) y ningún otro que los relaciones con la propiedad, sólo las tasas municipales de agua y alcantarillado, así como el recibo de la luz.
Durante años han permanecido así, incluso con la desaparición del patronato de Juan XXIII, originario de esta iniciativa y que durante años gestionó estas propiedades. Se supone, explica este vecino, que una vez desaparecido dicho patronato, la Delegación de Gobierno pasó a hacerse cargo de estas viviendas, aunque se supone que cedió esta responsabilidad a la empresa municipal de la vivienda, Emvicesa.
El problema ha llegado con el deterioro de los edificios. En abril del año pasado, en un temporal, la claraboya que hay sobre el edificio se desprendió, teniendo que ir los Bomberos a sujetarla mediante alambres. Un arreglo provisional que en el último temporal de final de año no aguantó, por lo que, de nuevo, personal del SEIS tuvo que acudir para retirarla y evitar que cayese a la calle provocando alguna desgracia.
Este desperfecto afecta, de manera directa, a la vivienda ubicada en la quinta planta del portón tercero, donde vive una persona con discapacidad. “En el momento en el que empiece a llover todo el agua entrará en su casa y no se puede defender”, lamenta este vecino, cuya preocupación le llevó a mover el caso tanto en Delegación como en Emvicesa y también en la Federación de Asociaciones de Vecinos de la ciudad.
Todas ellas le aluden a la Ley de Propiedad, donde se asume que el coste de la reparación le corresponde a los dueños de las casas, a lo que este vecino ha alegado que “nosotros no somos los propietarios”. Se ha dado de frente con una situación legal que los deja indefensos, sobre todo a una comunicad de vecinos que ronda edades avanzadas.
“¿De quién es?”, se pregunta sin parar este vecino, indignado porque “todos se desentienden”. Cree que por el mera “humanidad” deberían atender este caso, que afecta a una persona discapacitada que en cuestión de tiempo, con las lluvias, tendrá un verdadero problema en la que ha sido su casa. Los desperfectos han comenzado a salir, por lo que buscan quién debe asumir esta responsabilidad.
Problemas derivados de la antigüedad
Los problemas no han hecho más que empezar, temen los vecinos. Los desperfectos que han sufrido en la claraboya del edificio no es más que una de las situaciones que se están derivando de la antigüedad de los inmuebles. Comentan que el deterioro es visible y el hecho de que nadie se haya hecho responsable de esta comunidad en año está pasando factura ahora, ya que falta mantenimiento en áreas comunes. Actualmente, de los cuatro accesos al tejado, sólo uno está operativo y ahora, con la falta de la claraboya, alertan del peligro que va a suponer la filtración de agua.
La propiedad es de la Ciudad
La inútil emvicesa es la responsable
La cuestión es fácil, la propiedad corresponde a la Ciudad, tras la desaparición del Patronato Juan XXIII.
Se ha mezclado Gral. Carvajal, con Juan XXIII aunque ambas pertenecieron al Patronato Juan XXIII, creo recordar que en 92 siendo Ministro Álvarez Casco se hicieron las primeras reformas de dichas viviendas y fue cuando se transfirieron estas viviendas a la Ciudad Autónoma que hasta hoy son los propietarios, el problema radica en que no existe documentación de las viviendas porque se perdieron en el traslado que hubo cuando hicieron hace unos cuantos años en Delegación de Gobierno una reforma en dicha Delegación y se trasladaron a la antigua Ibarrola hoy centro asesor de la mujer.