La Operación Edu, la trama que investiga la Guardia Civil y que habría cometido un fraude multimillonario en varias provincias andaluzas utilizando los cursos de formación financiados por la Junta de Andalucía, incluía, entre otros presuntos delitos, el incumplimiento del requisito legal de ofrecer un puesto de trabajo al menos al 60 por ciento de los alumnos matriculados.
Para burlar esa obligación, las academias, acabados los cursos, hacían llegar a los inscritos ofertas laborales con condiciones tan enrevesadas o escasamente atractivas que tan solo perseguían que éstos renunciasen. Una de las estratagemas usadas era ofrecer trabajos en Ceuta con horarios y salarios nada rentables.
Según los detalles aportados en los dos últimos días por ABC, el objetivo teórico de las actividades formativas era fomentar la inserción laboral de los matriculados, pero todo hace indicar que las empresas que las organizaban tan solo se preocupaban de recibir las subvenciones, olvidándose una vez cobradas de sus obligaciones. Para ello, ofertaban puestos de trabajo en lugares muy alejados de los puntos de residencia, y todo ello a pesar de que la normativa indicaba claramente que debían estar encuadrados en la misma provincia.
Siguiendo esa práctica, los responsables de una de las empresas implicadas debieron intuir que el mejor método para espantar a los alumnos era ofrecer un puesto de trabajo en lejos, en Ceuta. Eso fue lo que le ocurrió a un inscrito en un curso impartido por el Centro de Formación Profesional Feijo S.L. El joven testificó que, tras quejarse porque no era contratado, le enviaron a trabajar a nuestra ciudad durante días sueltos, para ocupar un puesto de apenas tres o cuatro horas por jornada y cobrando la escuálida cantidad de 5 euros por cada una de ellas. “No resultaba rentable”, confiesa el afectado.
Hay testimonios para todos los gustos . Otro desempleado que participó en un curso de Peluquería en la academia Nena Sol S.L. testificó que se le ofreció un contrato de seis meses para trabajar, pero “sin cobrar sueldo”. Según las investigaciones, la empresa le ofreció pagar las cuotas de la Seguridad Social para que al acabar pudiera cobrar el paro. El alumno asegura que conoce varios casos de compañeros que aceptaron participar en el fraude “por su situación económica”.