Vargas Llosa dio una charla magistral en el Ayuntamiento

El Premio Nobel fue aclamado por decenas de ceutíes que llenaron la sala. Con su extraordinario talento, el escribidor hizo un alegato en favor de la lectura. Criticó a los nacionalismos, y aseguró que España va a salir de la crisis económica

Nace el hombre siendo un bebé, de repente alcanza la infancia, se hace adolescente, adulto, luego maduro y anciano hasta llegar a la muerte. Es el curso natural de la vida. La existencia que se marcha en un suspiro. Pero entre tanto, hay miserias, alegrías, llantos, sonrisas, momentos que, por gloriosos, permanecen indelebles en la memoria, incluso en el más allá, en el Parnaso. Algo de eso le sucedió en la tarde de ayer a más de una persona cuando, a las 20:00 horas en punto, hacía su entrada al salón de actos del Palacio de la Asamblea, Mario Vargas Llosa, el genio de las Letras de nuestro tiempo, que es sinónimo que escribir de la eternidad.
Ante un auditorio abarrotado, con filas de personas de pie pues las butacas habían sido ocupadas desde una horas antes, y donde el sofocante calor imprimió al ambiente un aire infernal, el Premio Nobel de Literatura, pronto, al instante, percibió al calor de los ceutíes presentes, la admiración de unos ciudadanos que observaban como si estuvieran, y acaso no se equivocaban, viendo a un dios bajado a la tierra por espacio de una hora, lapso de tiempo por el que se extendió el acto.
Haciendo gala de su caballerosidad habitual –porte imponente, mirada crtistalina, voz seductora–, el escribidor hispanoperuano quiso corresponder el recibimiento justo al silenciarse la atronadora ovación inicial: "Me siento cohibido", comenzó diciendo, "por un recibimiento tan afectuoso hasta el punto de que corro el riesgo de que cualquier palabra que pronuncie se quede corta ante los halagos". Pero no sucedió así, porque desde su primera intervención, el escribidor, sin eludir cuestiones de índole cultural, política, social, económica o religiosa, sentó cátedra y desplegó su extraordinario e infinito talento ante el goce de los reunidos.
"Pese a que llevo sólo unas horas en Ceuta", aseguró, "he percibido que esta ciudad parece más un enclave literario que una ciudad de la historia real". "La literatura", prosiguió el maestro, "rompe fronteras, une a los pueblos, hace que conozcamos mejor la lengua, que es la manera saludable y segura de profundizar en el pensamiento".
"Todo escritor es un lector, alguien que ha descubierto que a través de la lectura hay otros mundos", dijo Vargas Llosa, para añadir en este sentido que "la lectura ensancha el horizonte de las personas, de modo que los libros son una extraordinaria contribución a la civilización".
Dando un salto de la literatura a la política, de la mano de la ínclita frase que Zavalita, personaje capital de Conversaciones en la Catedral, –'¿En qué momento se jodió el Perú?'–, Vargas Llosa señaló acerca de España que "si bien la crisis actual es severa y que el país ha cometido errores, que está pagando no quienes lo cometieron sino quienes lo padecieron, los españoles no debemos olvidar que España es un país que tiene mimbres para salir de esta situación y que, hasta hace nada de tiempo, fue un país visto con admiración por el maravilloso ejemplo que supuso el proceso de la transición entre un país pobre y dictatorial a uno rico y democrático". "La Unión Europea", añadió, "es el mejor proyecto político, social y económico de la actualidad, un sistema que no va a fracasar, que antes o después sabrá despojarse de los males actuales, y en el que España juega un papel fundamental".
Para que el país avance, el pensador liberal hizo hincapié en la necesidad de que se luche contra toda forma de nacionalismos, "una lacra que crece en momentos delicados haciendo creer que el haber nacido en un lugar determinado es un valor de por sí, una situación que crea una especie de 'superioridad' frente al que no goza de ese 'privilegio', una postura tan simplista que nos devuelve al pasado, a la tribu que queda en la mente, como se refiere Popper".
En este sentido, el Premio Nobel de Literatura consideró que "la diferencia da riqueza al contrario y que la verdad absoluta, la que promueven los nacionalismos y colectivismos ha provocado numerosos sufrimientos en la historia de la Humanidad, como el rechazo al amarillo sólo por ser amarillo, o al negro por ser negro o al que osa tener una orientaciónsexual diferente al de la mayoría sólo por este motivo".
Para conservar los sistemas abiertos, Vargas Llosa señaló que "es clave que el pueblo se cultive porque una sociedad inculta es más fácil de manipular que la que mantiene un espíritu crítico", concluyó justo antes de recibir la pleitesía eterna de los que siempre le estaremos agradecidos.

"Hago votos por el éxito de todas las comunidades"

Vargas Llosa encendió las luces en la Mezquita Muley El Mehdi en el comienzo de Ramadán

Después de la charla coloquio, Juan Vivas y Vargas Llosa se desplazaron al Polígono Virgen de África, donde el Premio Nobel procedió al encendido inaugural de las luces ornamentales de Ramadán, honor que llevó a cabo en la Mezquita Muley El Mehdi al filo de las 22:00 horas.
Tras admirar el templo, Vargas Llosa departió con los distintos representantes de la comunidad musulmana allí congregados, a los que felicitó el mes sagrado, y con los que compartió un té y unos pasteles típicos de la deliciosa respostería árabe.
El presidente Vivas quiso poner de manifiesto "en nombre de la Ciudad y de su Asamblea nuestra felicitación a toda la querida comunidad musulmana de Ceuta para la celebración de este mes tan importante como el Ramadán, un mes que está concebido para el recogimiento, para estimular el contacto con las familias, para hacer de la amistad un valor importante, un mes que está pensado para procurar ser cada uno consigo mismo y en su comportamiento con la sociedad un poco mejor, y por tanto estos son unos valores que todos tenemos que compartir".
Asimismo, Vivas destacó que "en esta ocasión se produce el hecho histórico de que la apertura del Ramadán la ha hecho en Ceuta una persona del nivel, de la categoría, de la Humanidad de don Mario Vargas Llosa, que esta tarde ha dado una verdadera lección magistral de lo que significa la concordia, la tolerancia y de lo que significa participar activamente en un proyecto en común, de progreso, de bienestar y de libertad para todos".
"Don Mario", añadió Vivas, "ha comparado hoy a Ceuta con la buena literatura, algo que nos llena de emoción y de satisfacción porque es poner de manifiesto la vocación de esta ciudad de vivir en paz y armonía y de hacer del respeto a la diversidad que nos enriquece una pauta de conducta".
Por su parte, Vargas Llosa señaló que "me siento muy complacido, muy honrado de haber participado en esta ceremonia, hago votos por el éxito de todas las comunidades que forman parte de Ceuta, una ciudad que es una ejemplo de convivencia y de coexistencia en la diversidad que debiera ser seguido por muchas ciudasdes en el mundo". "La convivencia es una manifestación de la civilización, que nada es tan indispensable en nuestra época como saber coexistir en la diversidad religiosa, cultural, social y creo que Ceuta es ejemplo", concluyó el Premio Nobel justo tras encender las luces que marcan el inicio del mes sagrado.